Acuerdo en tacones - Capítulo 5 - Relatos Eróticos

Acuerdo en tacones - Capítulo 5

... caracteriza, haciendo que inevitablemente su chaqueta se subiera un poco más dejando ver casi el límite de su ingle, y haciendo que los ojos del ingeniero casi se le salieran de sus orbitas, como parecía sucederles a los hombres de su equipo, que estaban un paso por detrás, esperando a ser presentados, pero sin perder la ocasión para admirar el cuerpo de Elena. Yo estaba nervioso, pero eufórico, viendo los buenos avances.

- Encantada de conocerle Ingeniero. - dijo ella estirando su mano para estrecharla, pero en cambio él la recogio entre sus dedos para posar un beso en el dorso.

- Por favor, llámeme, Oscar.

- Gracias. - añadió ella, recogiendo un pequeño mechón de su pelo tras su oreja.

- Fernando me habló de que venía con una compañera para este proyecto, pero no sabía que...

Por un momento vi a Oscar nervioso, incapaz de acabar la frase, pues sin duda Elena le había impactado, pues desde luego, aunque le hablé de una compañera, seguramente no podia imaginar el encontrarse a la increíble Elena ante sus ojos.

- Fernando me habló mucho de usted y quería conocerle en persona. - añadió ella con una bonita sonrisa.

- Pues ya somos dos, he oído hablar maravillas suyas de parte de su compañero sin tan siquiera conocerla. - apuntó el tipo sin despegar su vista del escote que dejaba esa chaqueta.

- Bueno, Fernando es siempre tan atento... - comentó ella dedicándome una sonrisa.

- Pues parece que además de su belleza, posee un talento increíble para los negocios, además de ser una ingeniera muy reconocida, según he oído. - quiso ser cortés, sin creerse que realmente lo fuera y lo que menos imaginaba es que Elena era una de las mejores jefas de proyecto.

Ella y yo nos miramos por un instante, pues ese tipo se debió informar antes de empezar las negociaciones, aunque las habladurías podían ir por mil caminos diferentes.

- Vaya, espero no defraudarle. Pues encantada, Oscar... - comentó de forma muy sonriente y mostrando su mejor femineidad.

En ese momento Elena acercó su cara con intención de darle dos besos, como es costumbre en España, aunque no en México, que normalmente es solo uno, y eso provocó un pequeño malentendido al dar el segundo beso, que posiblemente de forma accidental, Elena se lo plantó casi en la boca al ingeniero, dejándole desconcertado, pero lógicamente encantado...

- Igualmente, querida, es un placer conocerle, créame... - respondió Oscar - le presento a mis compañeros, Andrés, el Licenciado, que también es ingeniero como usted y Fernando, y por otro lado, Sebastián, nuestro abogado.

En ese momento Elena, apoyando su mano suavemente sobre el hombro del primero le plantó dos besos y repitió la operación con el segundo, dejando a ambos igualmente impactados, tanto que parecían incapaces de articular palabra y fue Oscar el que la tomó en ese momento.

- Pues Elena, estoy ansioso por conocer su propuesta. Fernando me anticipó algún detalle y francamente, tenemos muy buena experiencia con su ...