1. Esperé un año, pero valió la pena


    Fecha: 30/07/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vacaciones.
    
    Tenía muchas ganas de irme de vacaciones, estaba cansado de un año de pandemia, quería ir a mi casa, descansar y en secreto tenía la esperanza de poder verla de nuevo. En este año ella podía haber conocido a alguien o simplemente que no pudiéramos vernos.
    
    Llegué un sábado por la mañana y cumplí años al día siguiente, ella me felicitó y yo le dije que estaba en la ciudad, su respuesta fue que no podía irme sin que nos viéramos por lo que quedamos para vernos el próximo sábado que ella podía bajar a la capital.
    
    Pasó la semana viendo a familiares y conocidos, y llegó ese sábado; durante el día vi a un amigo del colegio, nos tomamos algo hasta que ella me comentó que venía bajando, le pedí a mi amigo que por favor me llevara a mi casa y a los 10 minutos ella me pasó buscando.
    
    Nos saludamos dentro del carro con efusividad y nos fuimos a tomar algo a un centro comercial que tiene varios locales y terrazas, serían las 7pm más o menos. Yo le di un regalo (una taza muy bonita para tomar café que ella ama) que le había traído, que ella apreció mucho.
    
    Nos tomamos unos mojitos mientras nos poníamos al día, parecía que era ayer que nos había visto por última vez (y única, ya que esa noche fue cuando nos conocimos), y nos fuimos conociendo un poco más.
    
    Por ejemplo, yo no sabía que estuvo casada, se casó muy joven y al final no resultó. Me comentó de sus cosas, proyectos, se estaba cambiando de rol dentro de su misma compañía, yo le compartí lo que había sido mi año en España.
    
    Cuando la conversación fluye el tiempo se va volando, por lo que eran las 10pm cuando nos fuimos a otro bar, pedimos un tobo lleno de cervezas, el local era cerrado con música y estaba lleno, por lo que teníamos que hablar cerca para escucharnos.
    
    Eso ayudó a que pasara lo que tenía que pasar, y que queríamos que pasara, nos comenzamos a caer a besos sin que importara nada, que rico eran esos labios, sería ya medianoche y ella se tenía que ir, ya que como he comentado, vive fuera de la capital.
    
    Ya dentro del carro en el estacionamiento nos seguimos cayendo a besos y ahí si hice lo que tenía que hacer, y le dije directamente que fuéramos a un hotel, que yo conocía uno que quedaba cerca, ella sonrió y me dijo que le parecía bien.
    
    Llegamos al hotel y me bajé a pagar mientras ella estacionaba. Entramos a la habitación y nos caímos a besos, nos comíamos con esas ganas que teníamos acumuladas durante todo este tiempo.
    
    Le agarraba esas nalgas tan divinas finalmente, le metía mano por todo ese cuerpo que había sido soñado en las varias pajas que me había hecho pensando en ella. Así estuvimos unos quince minutos hasta que nos empezamos a desvestir.
    
    Tenía una tanga color negro que le quedaba espectacular pero que no dude en quitarlo para meterme entre sus piernas a saborear ese caramelo. Se lo lamí y chupé con tantas ganas como cuando uno está saboreando un helado. Mientras le iba metiendo un dedo para masturbarla mientras ella agarraba una almohada y ...