Ayudando a mamá tras los negocios Noche reveladora - Relatos Eróticos

Ayudando a mamá tras los negocios Noche reveladora

... mi vida… - respondió Cristina.

- Y yo amo a otra mujer… - él no iba a ser menos que ella.

Los dos padres bailaban, él agarrado a la cintura de Marta, sintiendo su cuerpo muy pegado y recibiendo los maravillosos aromas de aquella preciosa mujer. Ella lo agarraba por el cuello y podía sentir sus fuertes brazos.

- Parece que empiezan a hablar… - dijo él.

- Pero parecen enfadados… - añadió ella.

- ¡Pues mi padre es mejor hombre que tú! – dijo Cristina y quedó paralizada al darse cuenta de lo que había dicho. Enrique la miró fijamente y después empezó a reír al ver los colores que había tomado la cara de su compañera.

- Entonces estamos igual… - dijo Enrique y Cristina aún no se atrevía a mirarlo - ¡Mi amante es mi madre!

Cristina lo miró por fin aliviada por no ser la única que sentía tanto amor por su progenitor. Se sonrieron y parecía que todo el enfado y el odio que se tenía iba desapareciendo. Sus padres bailaban abrazados, observándolos y quedaron algo confundido cuando vieron que la actitud de enfado empezó a desaparecer.

- ¿Y tu madre te ama? – le preguntó Cristina a su nuevo confidente, aunque era el único que sabía el amor que sentía por su padre.

- ¡Sí, ella empezó! – le confirmó él – Hace menos de un mes que hemos empezado, y aunque la primera vez ella estaba algo bebida, el resto de día me ha confirmado que lo que siente no es pasajero… - vio que Cristina ya estaba tranquila - ¿Cuánto tiempo lleváis ustedes?

- Creo que casi cuatro años… - ella quedó pensando – No lo sé con certeza… Lo que me da miedo es que mi padre parece dudar mucho sobre su amor por mí.

- Fácil no es… - él intentaba tranquilizarla – Piensa que reconocer que amas a una mujer que es familiar directo, no solo está mal visto, el trauma moral puede ser muy grande…

- Sí, lo sé, pero cuando me hace el amor veo la pasión en él… - dijo ella algo preocupada.

- Mira, ellos nos están observando mientras bailan… - ella miró disimuladamente para confirmar que sus padres los miraban – Yo sé que mi madre me ama, que si quiere que me una a ti es por mi bien… y la presión de mi abuelo. Cree que tengo que buscar a otra chica, pero mi corazón pertenece a ella y será difícil que eso cambie…

- Sí, mi padre dice que tengo que buscar a otro hombre que me haga feliz… - contestó ella – Que me dé lo que él no puede darme… - se puso algo triste – Darme hijos…

- Eso es lógico… - Enrique comprendía la situación – Sería difícil de explicar como tendrían tú y mi madre un hijo sin tener una relación. Se descubriría todo y el drama familiar sería tremendo.

- Sí, eso sí… - Cristina quedó pensativa.

Marta y Juan acabaron de bailar y se acercaron a la mesa donde estaban los niños sentados.

- ¡¿Todo bien?! – preguntó Juan y los hijos asintieron con la cabeza - ¡Vámonos para el hotel!

Cuando salieron del local, caminaron de nuevo por parejas. Marta caminaba junto a Juan mientras Enrique iba con Cristina.

- ¡¿Qué te parecería poner a prueba el amor ...