1. Violeta 8


    Fecha: 24/07/2019, Categorías: Incesto Intercambios Autor: Gomarana, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tratando de seguir el ritmo de tal besuqueada, intentaba abrir lo más que podía la quijada de par en par. Con la mano libre, ella ahora desordenaba el pelo de Noé quien, la imitó enmarañando el hermoso pelo oscuro de su madre.
    
    Violeta se sentó como si un resorte del sillón la hubiera empujado; su cabello castaño claro, también estaba enmarañado y también era obra de su tía. Pensé ilusamente que huiría a toda prisa. Estaba equivocado, ella nunca dudaba, se quedaría ahí hasta que la vieran, y así fue. Terminaron el beso con pequeños círculos entre las dos lenguas. Vania bajo la mano para sentir la erección de su hijo, al tiempo que abría los ojos, encontrando con el rabillo a su sobrina desnuda, observándolos con avidez. Dio un brinco, soltando el pene al instante, después dejó al niño en el piso.
    
    – ¡Violeta! – gritó Vania sintiéndose descubierta. – ¿Cuánto tiempo llevas en ese sillón? – preguntó, seguramente con la vaga esperanza de que no hubiera visto el cachondo beso que ella y su hijo estaban dándose.
    
    No podía ver la cara de Violeta, pues me quedaba de espaldas, pero podía adivinar con que lujuria los estaba mirando en ese instante. Noé reaccionando al grito y a la pregunta de su mamá, se ruborizó y agachó un poco la cabeza, aunque subía la mirada de tanto en tanto para observar el cuerpo desnudo de su prima.
    
    – Afortunadamente llevo aquí lo suficiente para ver el hermoso beso que se han dado tía – le dijo Violeta directamente a Vania, como era su estilo, sin titubear. Noé levantó la cabeza y le sonrió a su prima, Violeta seguramente le correspondió pues el niño se puso más colorado de lo que ya estaba. A la trigueña no se le escapó esto, pero en su psique aún era la madre de Noé y quería ante él seguir con ese guion.
    
    – ¿Por qué estás desnuda? ¿Dónde está tu ropa? – preguntó Vania, fingiendo no saber porque tanta falta de pudor. Violeta se tomó un segundo para responder, respiró hondo y cuando inclinó la cabeza hacía un lado, yo sabía perfectamente que clase de respuesta le daría:
    
    – Estoy desnuda porque me encanta estar desnuda, se que no estoy en mi casa, pero como hace un momento Tristán, tú y yo nos desnudamos juntos, me sentí con el permiso de estar así. – le dijo a Vania, quien no esperaba esa respuesta, las palabras de su sobrina tensaban sus músculos, su sobrina, ante todo, hablaba siempre con toda seguridad. – ¿Cuál era la otra pregunta? – continuó Violeta preguntándose a si misma. – Ah sí… Mi ropa está en tu cuarto…obvio, ahí nos la quitamos los tres. – señaló con un leve manoteo en dirección a la planta alta.
    
    Su tía estaba muda, inmóvil. Noé giraba la cabeza entre las dos, parecía no entender muy bien lo que pasaba. Violeta tenía la capacidad por si sola de jugar al policía bueno y al malo, no necesitaba de nadie más, era por eso que Trinidad tenía fe ciega en ella. No solo podía construir la más erótica de tus fantasías, también te podía hacer añicos con la crudeza de sus actos y sus palabras. Si querías ...
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