1. Violeta 8


    Fecha: 24/07/2019, Categorías: Incesto Intercambios Autor: Gomarana, Fuente: SexoSinTabues30

    Un saludo para todos, antes que nada les pido una disculpa por la tardanza en estas últimas dos entregas (Violeta 7 y 8). Tuve algunos contratiempos, gracias por esperar. También gracias por sus comentarios. Este relato le quedaran de 2 a 3 capítulos más, en los que ya trabajo, pero ahora mismo publicaré uno nuevo que se llama El Semillero, espero les guste. Besos y abrazos para todos los lectores, me hagan comentarios o no, me pongan estrellas o no, aunque prefiero que lo hagan. Felices párrafos.
    
    – Te dolerá un poco. – advirtió Siddhartha mientras sacaba de un pequeño maletín, un arnés que sostenía una verga de látex negra, no muy rígida, pero si larga y ancha. El espectáculo, de esa niña desnuda, en tacones altos, poniéndose ese juguete sexual, al mismo tiempo que me miraba con una mezcla entre excitación y malicia, podría haber curado al más grave de los pacientes con disfunción eréctil, mas estando sometido en contra de mi voluntad, no me resultó tan erótico como debería. Tenía mis pies y manos atadas así que, fácilmente me puso en cuatro y se colocó detrás.
    
    – Esto será un poco diferente a nuestra primera vez. – susurró en mi oído antes de poner un poco de lubricante alrededor de mi ano, embarrando algo en el dildo y haciendo círculos en la entrada. Sus manos amasaban mis nalgas, al tiempo que soltaba unas risitas un tanto burlonas. Bien sabía lo que venía, esperaba el dolor desde lo desconocido, esto me hacía creer que no lo soportaría. Como una especie de bloqueo pensé en ese primer encuentro al que ella se refería, y los recuerdos de cómo habíamos llegado a ese momento, en donde estaba una adolecentea punto de sodomizarme , volvieron…
    
    El cuerpo desnudo de Violeta se perdió detrás de la puerta. Sin importarle mi opinión, fue tras Noé y su tía. Comencé a experimentar un poco de ansiedad en esa situación. Si mi novia tenía éxito, me daba mucho morbo como lograría alcanzarlo; también sopesé que, si no iba por buen camino tal seducción, yo podría ayudarla en algo, así que decidí ir tras ella. Al pasar por mi ropa tirada en el suelo pensé en Noé y me vestí rápido, que viera desnudo el hermoso cuerpo de su prima, era algo muy diferente a que me viera a mí así. Luego de calzarme el último zapato salí de la habitación.
    
    La planta alta de la casa era una ele (L) donde se accedía a las tres habitaciones. Existía una más que, en el pasado, ocupaban como espacio para la televisión, pero como ya todos tenían tele en sus cuartos, la usaban más como una pequeña bodega. Ahí estaba el paradero de todas las cosas que ya no les interesaba tener en sus habitaciones, aun así, había un cómodo sofá-cama, con suficiente espacio para ser usado por alguna visita si así se requería. Dicha pieza, era la primera después de subir las escaleras, luego estaba el cuarto de Siddhartha; la puerta a la recámara de Noé estaba justo al dar la vuelta a la ele, y por último, al fondo de ese pasillo contiguo, mucho más amplia y apartada del resto, se encontraba la ...
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