CONFESIONES 4: Davis A. Rabassa (Part 2) - Relatos Eróticos

CONFESIONES 4: Davis A. Rabassa (Part 2)

... homosexualidad.

Ahora mismo, trato de organizar un confesionario de mis pensamientos, y pedirle ayuda a un amigo mayor de edad, podría ser la voluntaria que nos ayudo a muchos en comprender nuestras realidades y a aliviar con nuestras depresiones. No es que exista bobos que se crean el cuento de que haya gente que pueda contarles todo, sino que, pese a ser difícil de confesar toda una experiencia, no quiere decir que la historia no se va a contar nunca. Claro, en estos momentos quiero terminar la conversación con mi amigo y robarle un beso, y que el día sea interesante como una historia bien narrada. Pero, de ahí, siento que soy un idiota cobarde que grita: – QUIERO VERGA…..

En este aspecto siento en que me situó en el lugar donde me folla mi amigo, buscar cualquier contexto para aprovechar una vivencia o cumplir nuestros fetiches ocultos, no importa si es planeado o imaginado, no importa estudiar los riesgos, solo quiero que ese amigo me deje de su verga.

Sentí que perdía mi tiempo, por eso hice que mi amigo y yo termináramos la reunión bajo pretexto que tenia que hacer otras diligencias. Tome un bus directo al sector donde vivía, al llegar a mi sector me baje del bus y camine a unas cuadras, sin querer me encontré a mi vecino Manuel Angel L., fue una ironía porque parecía ser un chico demasiado altivo para mí.

Mangel, como solíamos todos decirle, se me acerco preguntando: – ¿Estas perdido?

Me sonrojé y le dije: – No para nada.

Mangel supuestamente iba al centro comercial, aunque en realidad, iba con unos amigos a jugar paintball. Le pregunte a Mangel: – ¿Quieres hacer algo divertido?

Mangel no dudo en contestarme con un OK., nos dirigimos por un edificio en construcción y de ahí empezamos los dos a mirarnos. Sabia que Mangel era heterosexual, pero también tenia conocimiento de que su hermano Dieter era bisexual. Mangel era un joven de 19 años, ya con un cuerpo hermoso, sus ojos verdes, cabello negro y piel bronceada lo hacia atractivo. Anteriormente el era modelo juvenil y, pues, supe por medio de chisme, que el tuvo su experiencia homosexual al cual dejo de tenerlo despues de que su pareja y el terminaran definitivamente.

Le pregunte a Mangel: – ¿Has pensado en darte alguna oportunidad con alguien?

Solo el me dijo: – No se… Ya creo que estoy contento con ser heterosexual. Pero, no descarto si alguien desea estar conmigo. En eso me flexibilizo mucho.

Sorprendido por su respuesta me hizo sentir que habría oportunidad de haber algún encuentro sexual, pero no pensé que seria tan pronto. Ya que mis ganas salían a flor de piel. Mangel tenia ganas de orinar y pues al momento de hacer pis, vi su pinga. Una hermosa pinga de 19 cms, gruesa y venosa, con un glande grande.

El me miro con una cara de haberme adivinado mi expresión de deseo, a lo que fui al punto y le dije: – ¿Puedo?

El solo respondió con un NO. Le seguí insistiendo hasta que finalmente accedió, le bajo el pantalón pese a que el pensaría que el vigilante ...