CONFESIONES 4: Davis A. Rabassa (Part 2) - Relatos Eróticos

CONFESIONES 4: Davis A. Rabassa (Part 2)

Deje de hablar con mi amigo, hasta que paso un día a lo cual me sorprendió la llamada. No sabía que comentario haría, contesto al teléfono y me dijo: – Hola bro, yo solo quiero saber si deseas salir un rato.

Acepte sin mucho problema, pese a que no tenia muchas ganas de salir. Al momento de ir a la cita de mi amigo, él estaba esperándome en el centro comercial Buenavista, y me dijo: – Hey bro. Quiero compartirte de un fetiche.

Me sorprendía cada vez que el hablaba de estos temas, parece ser que él quería compartir algún hecho que mas disfruto o alguna pareja que le hizo complementar sus retorcidas fantasías. Mi amigo me invito a comer un helado, cosa que me agrado mucho, porque estamos en semejante oleada de calor. Nos sentamos y hablamos sobre la potencialidad sexual, y el me pregunto: – ¿Has tenido alguna fantasía o has explorado algún aspecto nuevo sin prejuicio alguno?

Yo no podía decir que soy gay, y traté de ser más “mojigato”, y negué mis fantasías más oscuras. Aun así, en mi mente deseaba tener una experiencia de sexo grupal, de manera homosexual obviamente. Sin embargo, no podía decir tal cosa, ya que odiaría la etiqueta de “promiscuo”, sin serlo. Aparentar una asexualidad para evadir una heterosexualidad es un papel teatral muy bueno, diría que ganaría el Oscar por mejor actor.

Mi amigo, dijo su fantasía: – Tener sexo no consensuado.

Yo le pregunte: – ¿Te quieres meter en líos, cierto?

Mi amigo solo sonrió y dijo: – A poco que hare algo violento, todo lo contrario, para eso está el licor.

Le dije con molestia: – Aun así, es molesto que alguien viole de otros, considerando la experiencia traumática y lo grosero del agresor de usar a alguien, como si realmente fuese excitante.

Mi amigo me dijo: – ¡Vamos! Hay muchos que consideran un tanto excitantes. Lo he leído en miles de comentarios eróticos y el porno.

Le refute a mi amigo diciéndole: – Aun así, existe modelos sociales y no permite que la violacion sea algo gratificante y no puede considerarse como algo bueno o correcto. Por eso los hombres tenemos mala fama.

Me dice mi amigo: – Sonó feminazi.

Yo le dije: – No me gusta ver que el respeto brille por su ausencia y las personas con sus actitudes denigren la dignidad humana no vale la pena. Yo, generalmente, no disfrutaría de la idea de forzar a otros a hacer algo que no desea.

Sin embargo, yo quería salir del closet y, que alguien me ayudase a experimentar con mi homosexualidad así sea con algo tan ilícito, pero pensando que habría algún sentimiento de culpa o alguna perspectiva de recuperación era algo que me dejaba knock out. Sin embargo, quede mirando a mi amigo, le dije: – Empecemos a hablar sobre lo que bordean la violacion como evento único, donde la persona no es consciente, ya sea por el alcohol o drogas, lo irónico es que también podría hacerse por medio de brujería.

Mi amigo se echo a reír, diciéndome: – ¿Brujería? Demasiada imaginación.

Le conteste a mi amigo: – Si, aunque suene ...