CONFESIONES 4: Davis A. Rabassa (Part 2) - Relatos Eróticos

CONFESIONES 4: Davis A. Rabassa (Part 2)

... ridículo. Y, no es algo que puede ser considerado como una fantasía, sino como algo de locos, de una persona con psico dependencia.

La verdad me hice ridículamente tonto siendo el psicólogo barato, ya que tenia demasiado cuidado en que mi sexualidad sea el foco de abuso. Aun así, delibere demasiado al reconocer que también leía historias eróticas que generaron mas mi morbo en fantasear con mi sexualidad, resultando estimulante pese a ser obligado a vivir con una asexualidad falsa.

Mi amigo me dijo: – Quisiera hacer tríos u orgias, ¿Has pensado en ello?

Miraba a mi amigo, y no pude decirle nada, solo quedé pensando aspectos relacionados a como vivían a los heterosexuales. La verdad es que siempre hablan toda clase de porquerías sobre las mujeres y los hombres se ponen en mejor puesto para justificar sus malas acciones. Por eso me esmere nunca a no tener ninguna relacion heterosexual. Son iguales en muchas cosas, pero a la vez diferentes en otras, es algo inexplicable pero complementario para comprenderlo a simple vista un gay de closet. Todos nos regimos por culturas y tenemos actitudes, todos tenemos ciertas proporciones y nuestra anatomía no es muy diferente, siempre con defectos.

Solía leer plenamente el feminismo, también de aspectos masculinistas, y la verdad es que han estado tan distorsionadas, que hoy por hoy, opto por decir que los hombres enseñamos a masculinizar a las mujeres, en el sentido que ya las mujeres quieren estar mas liberadas en su sexualidad cuando existe todavía conflictos y prejuicios que impide tal libertad sexual natural de la mujer. Sin embargo, hay una revancha histórica donde el hombre, en su máximo esplendor, un genero que tajantemente se ha ganado a pulso el odio tanto de mujeres como de nosotros mismos como hombres, por la forma de como hemos pretendido normalizar los actos nocivos como el machismo, la misoginia y la homofobia, estamos sufriendo todos, un proceso de feminización. He sufrido un proceso de feminización reprimida, debido a que siendo gay me cuesta admitir mis sentimientos hacia otros hombres por temor a ser discriminado o echado de mi seno familiar. En este orden de ideas, no he podido comprender como mi amigo disfruta de su heterosexualidad cuando el mismo esta logrando a ser un incel más que no tendrá oportunidad con las mujeres.

Mi amigo habla pura paja. Lo miraba y se veía una expresión de querer tener sexo, sin embargo, soy incapaz de plantearle un encuentro homosexual o de conocer lesbianas, lastimosamente ha sido algo infructuosa tal conversación. Solo habla de fantasías heteronormadas de subyugación del genero opuesto, que raya ya de lo vulgar y depravado, aun punto que me siento que hablo con una bestia en vez de hablar con un hombre. Si fuese el homosexual como yo, el si no tendría problemas de conseguir parejas temporales, hahaha… seria la puta del barrio, planteaba en mis pensamientos. Soy naturalmente culto, pero tímido, de hecho, soy un asexual prisionero de mi propia ...