Primeros contactos. - Relatos Eróticos

Primeros contactos.

... sin limpiarme y ella me lo comía hasta dejármelo limpio y brillante. La mezcla de semen y flujo la ponía a cien y teníamos unas folladas bárbaras.

Cuando terminé la carrera, estudié psicología que aún no lo había nombrado, me contrató una empresa para formar parte del gabinete de recursos humanos. No era mi trabajo favorito ya que yo pensaba dedicarme a la psicología clínica, pero daba de comer y además bastante bien. Con una posición ya muy desahogada económicamente, acepté, después de 4 años en la empresa, trasladarme a la sede central en Madrid. El sueldo era mas interesante y me atraía vivir en la capital, aunque los problemas también eran magnificados. La vivienda, las distancias... todo era mucho mas intenso que en mi ciudad de origen. Madrid es una maravillosa capital para disfrutar de vacaciones, pero vivir y trabajar en ella supone un estrés añadido que no es del todo recomendable. Sin embargo, me adapté medianamente bien al entorno, conseguí un pequeño apartamento alquilado no excesivamente caro y que me podía permitir con mi sueldo. Como es natural prescindí de mi coche como medio de transporte ya que el tráfico allí es terriblemente complicado. Para los desplazamientos mejor metro o autobús que prácticamente te lleva a todos los lugares.

En Madrid mi vida cambió totalmente. Allí no conocía a nadie y los primeros días, semanas mas bien, fueron para aclimatarme al trabajo nuevo y a vivir sola y alejada de todo lo que conocía: amistades, familia... Una se siente inmensamente sola en esas grandes ciudades donde todo el mundo va a su bola y poco contacto humano existe. Así trascurrieron mis primeros días hasta que comencé a tener cierta relación social con mis compañeros y compañeras. Salíamos los viernes a tomar una cerveza después del trabajo y alguna que otra comida entre semana. Nada especial, pero que suponía un cambio en mi rutina de Netflix y HBO habitual. Empecé a congeniar mas intensamente con una compañera de la sección de compras. Alicia se llamaba y era una eficiente secretaria de dirección. Muy bonita de cara y con tendencia al sobrepeso lo que le daba una espléndida figura con curvas muy destacables. Era muy joven, sólo 23 años, y muy jovial. Siempre estaba riendo, participando y haciendo bromas a todos los que se ponían a tiro. Empezamos a salir de vez en cuando por la noche y nos hicimos muy amigas. La diferencia de edad no era un problema excesivo, solo eran 6 años, y nos lo pasábamos muy bien, sobre todo con algunos ligues ocasionales. Ella era una “devorahombres” y cuando se lo proponía no había ninguno que se resistiera y yo, que tampoco soy manca, la acompañaba. Teniendo un apartamento para mi solita no teníamos problemas para follar y muchas veces acabábamos las dos en pelotas mirándonos la una a la otra como nos follaban nuestros acompañantes. Eso era, todo hay que decirlo, de lo mas morboso para mí y he de suponer que para ella sería lo mismo. Hay que decir que Alicia tenía novio y que también se lo traía de ...