Follando con un enfermo sexual - Relatos Eróticos

Follando con un enfermo sexual

... aclarar mi mente. Pero que es lo que pasó? Me senté en un de los banquitos del parque, para calmarme, saqué de mi cartera una botella de agua porque tenía la garganta seca, mis manos me temblaban pero lo más preocupante era que sentía mariposas en mi vagina, tenía ganas de masturbarme. – No, basta, como me puedo calentar con por ver lo que acabo de ver. Sin quererlo ese enfermo me puso a mil, no puedo creer lo que vi, estaba en shock. No podía parar de verle la polla, no la tenía muy gruesa pero era muy muy larga, eso sí estaba muy sucia por el prepusio estaba lleno de una sustancia blanca y se veía que tenía otras cosas porque le vi que tenía cositas negras nose que será, pero la tenia larga, ufff y que larga.

Mientras trataba de calmarme vi que el tipo se estaba llendo de la plaza. Yo como un zombie, me pare y volví al lugar escondió nose porque pero lo hice. Vi todo su semen en el piso era bastante espezo y había mucha cantidad. Mi corazón volvía a latir fuerte, me agache y con un dedo toque la sustancia viscosa y me lleve el dedo a la nariz, ufff un olor potente a pescado que me penetro la nariz pero rápidamente entre en razón y me fui.

Salí caminando del parque y me fui caminando a la estación ya que era muy tarde ya, estuve como 3 horas siguiendo a un tipo enfermo. Pero en que estaba pensando. Cuando llego a la estación sorpresivamente veo al tipo estaba por los vagones de atrás. Automáticamente me volvió a latir el corazón. – Basta Romina, tene control por favor, controlarte, si es un enfermo. Yo dejo de escuchar a mi cuerpo y me voy para el lado contrario, para los primeros vagones. Una vez en el tren tube un viaje tranquilo pero cuando el tren se detiene en Miguelete que es la estación donde bajo por primera vez el tipo ese, nose porque antes se que se cerraran las puertas salgo caminando a paso apresurado fuera del tren. Y allí estaba a la distancia vi al hombre que se estaba llendo de la estación.

Esta estación era muy desolada, estaba casi abandonada, pocas personas bajan y pocas suben siempre acá. Las calles por aquí son muy desoladas y hay muchos lugares abandonados.

En fin, lo seguí con una distancia segura ya que no había mucha gente y las botas de tacón hacían mucho ruido. El tipo en un momento camina por un pasillo que costea la estación, yo dudaba si meterme ahí porque ya era muy peligroso lo que hacía. Lo seguí unos metros más y gira hacia la derecha como metiéndose más adentro, para un pasillo angosto y al fondo del pasillo pude ver una casita humilde, era de ladrillo y era un cuadrado, tenía un solo hueco y una luz tenue que se escapaba por allí. Cuando me estaba por dar la vuelta para irme ya que era suficiente. Escuche un quejido fuerte como de un perro y al tipo diciéndole que se quede quieto. También escuche al perro como gruñia. Yo obviamente me asuste y me saque las botas y entre de puntitas para que no me escuche. – Que esta pasando? Tenía ganas de entrar y pegarle al hombre, miren si estaba violando a ...