Follando con un enfermo sexual - Relatos Eróticos

Follando con un enfermo sexual

Ya habían pasado 3 días desde que tuve esa aventura en el tren que iba a zarate, todas las noches y todas las mañana me masturbo recordando pero la verdad es que necesitaba una buena cogida no me servía solamente que me manoseen o masturbarme, no, quería sentirme usada, violada, que me partan en dos, quería volver a sentirme una puta si total ya no tenía nada que perder.

Igualmente esos pensamientos mermaban cuando terminaba de masturbarme y me preparaba como para seguir buscando trabajo. Ese día estaba fresco a la mañana así que me puse un pantalón rojo ajustado, unos botines de tacón negros, una remera blanca mangas largas y mi chaqueta de cuero negra. De más esta decir que mi labial era rojo para que combine y me deliñe los ojos, pestañas y me puse rubor. Estaba preciosa y sexi sin ser extremadamente provocativa aunque mi belleza lo hacia imposible.

Había decidido cambiar de zona así que me tomé el tren de siempre y me bajé en la estación de urquiza para luego recorrer la zona. Fue un día muy productivo pude entregar varios currículos más que nada en tiendas de ropa. A eso de las 15 horas ya estaba caminando de vuelta a la estación para tomarme el tren. No había mucha gente ya que en ese horario ya los locales cierran o es horario de almuerzo. El tren tardaba y tardaba, no tenía apuro pero en esa demora ya de no haber nadie en el anden se empezó a llenar. Yo al notar esto mi corazón empezaba a latir fuerte, sabía lo que significaba, pero hoy solo quería llegar a casa y ya, no quería excitarme así que me voy más adelante casi al primer vagon ya que no viajan ni vagos ni linyeras ni ninguna persona de esos que me gustan. Pero en la espera un hombre de baja estatura, menudo diría yo, vestido de ropas anchas con capucha se ubica cerca de donde estoy yo, pero más que nada cerca de unos niños y niñas que parecían de 1ero de secundaria. El hombre empieza a agarrarce la polla y sin disimulo se empieza a tocar por encima del pantalón frente a esos niños y niñas. – Que depravado, asqueroso. Me decía yo. Mientras veía la escena me dio tal repugnancia que le avise a la policía de esto. Pero cuando la policía va hacia el tipo el ya no estaba y los niños estaban más adelante. Quizás se habrán dado cuenta y el tipo se fue.

Cuando estaba por subir al tren ya que había llegado después de varios minutos mi celular empieza a sonar. Yo: hola? Si…quien habla? – Hola si que tal le llamamos de la tienda de ropa primavera? Hemos visto su currículo y me pareció la adecuada. Yo: enserió? Hay muchas gracias. – Me gustaría que pueda venir lo antes posible para darle algunas recomendaciones. Nose cuando esta disponible. Yo: ya mismo, en 7 minutos estoy, estaba en la estación esperando el tren pero ya mismo voy.

Para ahorrarles tiempo, me habían contratado por unas de mis descripciones, me gustaba la moda y lucir siempre bien. Además me dijo la chica que estaba a cargo que me eligió ya que le gustó como me vestí hoy. Le comenté que me gusta vestir con prendas ...