Follando con un enfermo sexual - Relatos Eróticos

Follando con un enfermo sexual

... llamativas y provocativa, esto le pareció excelente a la chica así que empiezo mañana mismo. El turno será de 11 de la mañana hasta las 4 horas pm. Perfecto, no son muchas horas y puedo vestirme sexy sin sentirme juzgada.

Volvía caminando a la estación de tren ah eso de las 17 horas en pleno vuelta a casa, la gente salía de trabajar y la estación y paradas de colectivos estaban llenas pero valió la pena. Me ubique esta vez por la parte del medio cuando de repente veo al tipo que estaba acosando a los jóvenes de hace un rato. Seguía con la capucha pero esta vez pude verlo bien de perfil y llegamos a hacer contacto visual, tanto el como yo nos miramos fijamente y vi que su mirada bajaba a mi escote mientras caminaba para uno de los últimos vagones. Además de ser un tipo bajo y bastante flaco era bien morocho, tenía un lío de pelos, terrible, se ve que no se bañaba hace mucho porque cuando pasó por al lado tenía un olor fuerte a queso. Cuando venia el tren yo empiezo a ver a donde se había ido el tipo porque algo dentro de mi me hizo entrar en alerta y lo bien que estaba, porque cuando veo al tipo que estaba unos vagones atrás veo que va atrás de una chica jovencita muy chica yo le calculo unos 12 o 13 años. Yo al ver esto camino entre la gente al menos para ver que lo no le pase nada porque ese tipo era muy peligrosa.

Me ubique un par de metros adelante de ellos el me daba la espalda si que no podía verme la chiquilla no estaba enterada que el asqueroso estaba tan cerca de ella que estaba acariciando parte de la tela de su pollera sin que ella lo notará, yo estaba por intervenir hasta que llegamos a la primer parada y esa niña se bajo, y menos mal porque nose lo que pasaba por la mente de ese tipo, algo tenía, ese hombre no estaba muy cuerdo. Yo seguía mirando al tipo desde una distancia segura miraba todo lo que hacía, todo lo que veía. El cambia de posición apoyando su espalda contra una pared del tren y se la pasaba mirando culos de mujeres, mientras sin importarle nada se pasaba la lengua por su asquerosos labios también lo vi agarrase la polla varias veces se ve que esto a la gente les daba igual porque no le daban ni cinco de bolilla. Ya íbamos varias varias estaciones faltaban al menos 4 para que llegue a mi destino, cuando veo que por fin el tipo se estaba por bajar cuando abre las puertas del tren tipo empieza a estrujar y tocar rápidamente varios culos de mujeres, mientras lo insultaban el tipo se reía y se iba caminando por el anden como si nada. Yo como desesperada empeze a mirar por la ventana a seguirlo con la mirada hacia donde se fue, por si ocurría algo más. Yo: que fea parada en la que bajo, pues es muy desolada la estación en la que bajo. Seguía mi viaje hasta casa ya tranquila de que no paso ninguna cosa desafortunada, además estaba tan concentrada en ese enfermo que no tuve tiempo a excitarme y si alguien me toco o algo no estaba prestando atención. Ya en casa me dispuse a darme un lindo baño, relajarme, masturbarme unos ...