Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 19 - Relatos Eróticos

Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 19

Se ha hecho esperar, pero empezamos el año con nuevo capitulo de Pau. Espero que la espera, haya merecido la pena.

El finde se presentaba intenso. Como todos los domingos teníamos pachanga de futbol. El viernes por la noche, también comprobé que la actividad de la aplicación de ligoteo tenía mucha más actividad cuando se acercaba el finde. Hablé con un par de chavales que me molaban, pero no sabía si iba a tener tiempo para conocerlos.

El mismo viernes ya le contesté a Gerard. Sabéis la respuesta. Me dijo que ellos habían quedado para barbacoa en su casa. Si, era ese piso de soltero que tantas veces había salido en los programas rosas. Me invitó a comer, pero le dije que iría más tarde. Me mando la dirección y quedamos en vernos hacia media tarde.

Ese sábado, recuerdo que hacia calor en Barcelona, porque volví sudado de correr un poco por la urbanización. Os reconozco que en algún momento del día, me venían los nervios por el plan en casa de Gerry. Nervios si, pero timidez y dudas no. Nervios, porque la realidad era que yo tenía 20 años y los tres futbolistas con los que había quedado, pasaban la treintena.

Tenía claro que aquello era una quedada sexual, pero alrededor de ella me surgían muchas dudas.

¿ Como empezaría? ¿Quién rompería el hielo? ¿ Acabaríamos follando? Gerard me había mostrado que le gustaba complacer, seguro que era el típico activo con tias, pero con tios cambiaba el rol, pero ¿y Sergi? ¿o Bartra?.

Con ellos dos estaba más perdido, incluso a Bartra sólo lo conocía de aquella cena en el restaurante. Supongo que porque no habíamos coincidido, era de los que más morbo me daba. No había duda de su belleza y atractivo, pero no se porque, me lo imaginaba un tío cariñoso y disfrutón en el sexo. En cuanto a roles? No sé, en ese momento me lo imaginaba versátil…jaja. Además, conocía por la prensa que se acaba de separar de su mujer.

La realidad es que os podía explicar y contar lo que fui pensando en el autobús camino a casa de Gerry, pero esos nervios que tenía, hacen que no lo recuerde. Lo siguiente fue tocar el timbre de la puerta, no tuve que esperar mucho. Miré el reloj. Seis y media de la tarde.

Aunque tenía confianza con el, se me hizo raro. Se me hizo raro entrar en su casa. Le miré rápido antes de pasar. Era claro, que estaba con gente de confianza. Su indumentaria lo demostraba. Camiseta de tirantes, pantalón de deporte y descalzo. Fueron sólo unas palabras, pero aunque habían estado de barbacoa, me dio la sensación que no había bebido nada.

Yo, también había ido cómodo. Una camiseta, pantalón corto vaquero y unas simples chanclas en los piés. Las dejé en el hall de entrada junto a otros dos pares de zapatillas.

Me ahorraré la descripción de la casa, parecía que todos habían contratado al mismo diseñador. Justo después del hall, había un gran salón: sofás blancos, una tele de plasma inmensa, ya sabéis, típica casa de futbolista que podéis ver en instagram. Quizás, yo diría, incluso un poco ...