1. Mi año sabático


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Hetero Autor: RolandDeschain, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenzando. Si vamos a hacer esto lo vamos a hacer bien.
    
    Regreso mi polla a su boca, Solo que esta vez no se quedó nada mas en la punta. Lo Introdujo por completo, pero sin llegar garganta profunda. Subía y bajaba recorriendo el tallo de mi verga con sus labios, con gran maestría. Al mismo tiempo que su lengua bailaba dentro de su boca acariciando los rincones de mi glande. Inmediatamente me vi golpeado por una nueva oleada de placer y excitación. Tomé su cabeza con ambas manos hundiendo mis dedos en su cabello largo y lacio, que para ese momento estaba despeinado y empapado de sudor.
    
    Hasta ese momento no me di cuenta que Rebeca tenía una mano en su vagina. Se masturbaba, alternando sus dedos medio y anular, entre la parte externa de sus labios, su clítoris y el interior de su otra vez chorreaste vagina. Estaba completamente posesa por el placer. La lujuria se había apoderado a tal punto de ella que estaba al borde de un nuevo orgasmo. Lo sabía porque estaba comenzado con el temblor y las pequeñas convulsiones, como la ultima vez. Eso hizo que baje el ritmo a la mamada. Para evitarlo, con mis manos tome fuertemente su cabeza y comencé a dirigir el ritmo. Primero a la velocidad que ella había llevado y luego aumentando hasta alcanzar un ritmo frenético. Literalmente me estaba follando su boca. Sentía como mi verga llegaba cada vez mas profundo. Había convertido la boca de mi amiga en un juguete sexual. Parecía gustarle, pues ella también aumentó la velocidad de sus dedos en su panocha. Pero en ese punto muy poco me importaba. Yo también había perdido todo el sentido. Por mi mente no cruzaba ningún pensamiento racional.
    
    En algún punto, entre embestidas a su boca, Rebeca pudo soltarse de mi agarre y se separó por completo subiendo la cara a la altura de la mía. En ese momento parecía una actriz porno tras una escena de sexo violento. Estaba despeinada. El poco rimel que se había puesto para salir aquella noche estaba corrido por sus mejillas. Los labios, su mentón y sus mejillas brillaban con la mezcla de saliva, semen y lagrima, suponía yo. Francamente esperaba que en ese momento comenzara a insultar y a gritar. Que se molestara conmigo por haber utilizado su boca de esa manera. Pero fue todo lo contrarío.
    
    Rebeca: No aguanto más. Necesito que me cojas. - Lo dijo mientras se levantaba y a tropezones terminaba que quitarse el short y la tanga que hasta ese momento se habían enrollado en sus rodillas, dejando grandes marcas rojas.
    
    Yo estaba completamente anonadado. La sorpresa de su reacción me había bajado la calentura. Y no podía dejar de mirar a la mujer que estaba frente a mi. Era Rebeca, mi amiga desde hace una década, Ahora desnuda de cintura para abajo, y, en la parte de arriba, con uno de los tirantes de su blusa, bajo su hombro y parte del brasier salido por arriba.
    
    Rebeca: ¿qué haces tonto? Si no vienes y me la metes en este momento, te juro que salgo así como estoy y me dejo follar por el primer pescador que ...
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