1. Mi año sabático


    Fecha: 21/07/2019, Categorías: Hetero Autor: RolandDeschain, Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeño pueblo de la costa, cerca de la playa, del que nos habían comentado unos amigos, y simplemente descansar de todo lo demás. Viviríamos con lo justo, con los pequeños trabajos que pudiéramos hacer.
    
    Y así fue como unas cuantas semanas después de tomar esa decisión, subimos nuestras cosas a mi viejo Suzuki Jimmy y nos fuimos al que se convertiría en nuestro pedacito de paraíso, el pueblo de San Lorenzo de la costa.
    
    Al llegar, durante las primeras semanas empezamos a trabajar de lo que pudimos. Por un tiempo trabajamos de camareros, en un bar de turistas, pero eso solo nos duró unos días. Después de eso intenté trabajar en un barco de pesca artesanal, pero debido a que me mareaba mucho no duré más de un día. No fue hasta que empezamos a pasar dificultades y nos preguntábamos si realmente habíamos tomado una buena decisión al dejarlo todo para ir a vivir allí. Que se nos ocurrió que nuestras profesiones no era lo único que sabíamos hacer y que tal vez habría otra cosa de la cual sacar suficiente dinero para poder vivir.
    
    Pues verán, una cosa que no comenté antes. La razón por la que nos hicimos amigos. Ambos adoramos bailar. Bailar de todo: merengue, bachata, ballenato, reggeton. Pero sobre todo, la salsa. Nos enloquece la salsa, En la fiesta que nos conocimos, después de que nuestro amigo nos presentara. No continuamos la conversación hasta mucho mas tarde, que, después de que cada uno de había bailado con otras personas, el DJ puso una canción de salsa y todos se fueron a sentar. Quedando solo nosotros en la pista. Encajamos tan bien mientras bailábamos que nos volvimos nuestras parejas de baile estandar. A partir de esa noche salíamos a bailar casi todos los viernes, Incluso cuando salíamos con nuestras respectivas parejas, cuando sonaba una salsa, nos juntábamos para bailar, dejando a un lado a cualquier otra persona.
    
    Así fue como se nos ocurrió ofrecer clases de baile a los lugareños de San Lorenzo. Diseñamos unos modestos afiches a mano, anunciando nuestras clases. Y los repartimos en todo el pueblo, con un poco de recelo, debo reconocer. No teníamos mucha seguridad de que nos fuera a dar resultado. Temíamos que tendríamos que regresar a la capital de la misma manera que nos fuimos, solo que un poco más pobres que antes.
    
    Pero para nuestra sorpresa la gente del pueblo recibió muy bien nuestras clases. Para el 3er día incluso un par de turistas que pasaban por ahí, decidieron tomar clases con nosotros mientras estuvieran en San Lorenzo. Y para la 3ra semana, después de abrir al público nuestras clases de baile, nos estaba yendo francamente bien, nuestros problemas económicos habían desaparecido, ya que, con lo que habíamos ganados en esas semanas teníamos suficiente para vivir un par de meses más. Y si seguíamos así a lo mejor podríamos quedarnos hasta un año.
    
    Estábamos que no cabíamos de la emoción. Y fue mas que evidente cuando la tarde del viernes de nuestra sexta semana en la playa, Rebeca me hizo una proposición ...
«1234...13»