Como me convertí en la perra de mi asistenta. 3 - Relatos Eróticos

Como me convertí en la perra de mi asistenta. 3

... excitación de mi amante perruno me tiró una toalla vieja por encima de la espalda para evitar que me dejara muchas marcas. Me dio media vuelta y me ordenó:

- “ Vamos se agradecida y devuélvele a tu macho todo el cariño que te está dando y métete su pene de macho en la boca y comételo con ganas. Cuanto más saliva le pongas mas fácil te entrará para que te preñe ese culo de perra viciosa.”

Obedecí y comencé a tocarlo con mi lengua con un poco de asco pero un fuerte tirón en mis huevos me recordó que debía obedecer a mi dueña y comermelo entero. Sin pensármelo mucho y teniendo un nuevo tirón comencé a chuparlo y a meterlo y sacarlo de mi boca intentando salivar bien aquel duro falo. Mi macho no tardo mucho en salir de mi boca para volver a olisquear la entrada de mi culo. Dio un buen par de lametones y me puso sus patas delanteras encima mientras buscaba frenéticamente culearme.

Al principio solo notaba la punta de su húmedo miembro dando puntazos en mis nalgas y la raja de mi culo pero en una de esas embestidas logró meter la punta un par de veces y ya no tuve escapatoria. Las siguientes enculadas hundieron su gran polla de perro en mi culo y me taladró sin piedad durante bastantes minutos.

Cada vez que hacia algún movimiento que no le gustaba se inclinaba gruñendo en mi oído a la vez que me enculaba con más violencia. Entonces yo recuperaba la posición y dejaba de gruñir y de martillearme tan fuerte. Me tenía completamente dominado. Estuvo perforando mi culo de perra unos minutos hasta que noté como algo crecía en mi recto llenándome por completo. Me había hecho el nudo y no podía escaparme de el hasta que vaciase dentro de mi todo su esperma.

Mi fuerte macho me había follado como a una perra produciéndome mucho placer y eso me tenía desconcertado. Realmente me estaba gustando como me follaba mi semental y sentía que no quería dejar de ser su perra nunca. En aque punto de excitación me hubiese quedado a vivir con él para que me rellenase con su leche siempre que le apeteciera. Pensando en estas fantasías estaba y disfrutando de la bestial enculada cuando se detuvo y se empezó a girar dejándome enganchado a su polla con nuestros culos tocándose.

Mi dueña se acercó y acariciando mi cabeza me dijo que empezase a pajearme.

- “Es parte de tu entrenamiento, he de decirte que lo he pensado mucho y mi venganza va a ser que no puedas volver a correrte sin que te estés metiendo algo por ese culo de perra que tienes. Por hacerme beber agua con sabor a tu polla, mi otro objetivo es que te conviertas en un adicto al semen y que no puedas quitarte su sabor de la boca. Sabes que en tu presencia no se debe desperdiciar ni una sola gota. Cuanto más semen tragues antes te acostumbrarás. Así que se una buena perrita y córrete delante de tu macho y de mi para que veamos como te tomas toda tu lechita como una buena perrita.

Notaba como su falo palpitaba dentro de mi bombeando en mis entrañas toda su abundante corrida y, pese a lo humillante de ...