1. Adorado hijo


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que le había sucedido cosas, pero después de una pausa, noté que le costaba decir algo, así que lo alenté para que lo expresase.
    
    Cuando comenzó a formular, una serie de cosas, que si bien me agradaban, por otra parte me estremecieron
    
    - “Madre eres lo más lindo que me tocado, me encanta tu belleza, tu manera de ser, me encanta mirarte, eres tan dulce, me atrae tocar tu cuerpo, tu cuello, se que posiblemente no te agrade, pero siento una excitación cuando veo tu trasero, hasta te he visto a través de la transparencia de tu camisón,”
    
    Así continuo diciéndome cosas, que jamás alguien me lo habría expresado, sentí que mi cuerpo se revolucionaba, como que eso que tenia retenido de golpe despertaba a una realidad, imposible de aceptar. Acaricie a mi hijo, le bese la mejilla, agradeciendo sus palabras.
    
    Me había confesado todos sus secretos, abrí los ojos viendo una mirada de amor y a su vez de deseo cuando bajé mi mirada hacia su entrepierna, observando su erección, no puedo negar que me excito, esa mezcla de morbo y de incertidumbre.
    
    Apoye mi mano sobre su miembro, bajando mi vista con algo de vergüenza, creo que sentía sus palpitaciones y su calidez producto de ese rigidez, mientras mi mano se mantenía posada en su sexo, le volví a repetir que nadie me había dicho tantas hermosas palabras.
    
    Mi mano se poso más firmemente en el pene de mi hijo, dando un pequeño brinco, sorprendido ante mi actitud.
    
    Noté su exaltación, ese deseo contenido en su rostro, oprimí su aparato agitándolo suavemente a través de la delgada tela de sus pants, diciéndole con voz susurrante
    
    - “No hagas nada”
    
    Me arrodille frente a mi hijo, lentamente le bajé los pans, tome sutilmente su sexo erguido, cerrando los ojos comencé a efectuar un sublime movimiento de sube y baja, oprimiendo a la vez su tronco, percibiendo sus palpitaciones, iniciando una leve masturbación.
    
    Mientras mi esposo dormía a unos metros y mi hija mucho más cerca, mis manos se deleitaban frotando el pene de mi querido hijo. Hasta que mi boca se tentó a lamer ese erótico trozo de carne, sintiendo que mi cuerpo se comenzaba a incitar, cuando mi ávida boca, lo comenzó a deglutir de una forma desesperada y voraz, disfrutando de su pene en mi cavidad bucal, lamiéndolo y succionándolo con total avidez.
    
    Todo se fue intensificando cuando mi cuerpo parecía alterarse con la venida de un orgasmo, algo que prácticamente nunca lo había experimentado de esta manera.
    
    Eso me trajo a la realidad, dándome cuenta que estaba obrando pesimamente, que eso no debía de ser. Me levanté rápidamente encerrándome en el baño, bajé mi pantaloncito notando lo mojada que estaba, me lave la cara, traté de calmarme aunque me era difícil. Después de varios minutos salí para dirigirme a mi dormitorio, mi hijo parado en la puerta de su aposento trató de detenerme, pero baje la cabeza, continuando mi camino, sin siguiera mirarlo o saludarlo. Estaba totalmente avergonzada por lo ocurrido, pero ya no había marcha atrás, ...
«1234...»