1. Adorado hijo


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con mi hijo, sintiendo su sexo cerca de mi abdomen, dado que él es más alto. Habíamos bailado tan juntos que me encantaba estar unidos por esa melodía, algo que no había experimentado desde hacía mucho tiempo atrás, llegando a un punto dónde ya estábamos apretando nuestros cuerpos. Al regresar a la mesa mi hija dice”
    
    - “Vaya, parecían novios”, si bien me sonroje algo, me agrado su comentario.
    
    Atentamente mi hijo la invito a bailar la próxima pieza musical, como evitando posibles celos.
    
    También creo que a veces trataba de verme mientras me cambiaba o salía de darme una ducha, creo que no me molestaba esa actitud, aunque trataba de no mostrar mis partes más provocativas. No puedo decir que esos momentos me llevaron a excitar, creo que más que nada era sentir que a pesar de ser mi hijo todavía, alguien se interesaba en mi figura.
    
    Traté de vestirme más a la moda, haciendo resaltar parte de mi cuerpo, que por supuesto mi esposo lo censuro rápidamente, diciendo que era una señora con dos hijos grandes y no sé cuantas cosas más.
    
    Hubo, por parte de mi hijo intenciones de efectuarme algunos masajes o cosas similares, a lo que traté de evitar, aunque su atención hacia mí, esas flores, o los chocolates que eran mi preferencia, me fueron llevando a sentir que estaba tratando de conquistarme, cosa que si bien lo era, fui como aceptándolo con mucho agrado..
    
    Un domingo que tuvimos un almuerzo familiar, alrededor de 12 personas, Ben se sentó a mi lado, en un momento apoyó su mano en mi rodilla, jugando con su pulgar en parte de mi entrepierna, debo confesar que sentí una excitación, al punto de levantarme con la excusa de ir a buscar algo, traté de olvidar ese momento, aunque eran detalles que me iban inconscientemente llevando a algo más.
    
    En otra oportunidad, me dolían los pies, se ofreció a hacerme unos masajes, si bien me opuse en un principio, ante su grata insistencia, acepte su ofrecimiento. Fuimos a mi dormitorio, me senté en el borde de la cama y el arrodillado comenzó con unos suaves masajes, que me fueron agradando rápidamente al punto de acostarme, mientras iba disfrutando plácidamente de esas frotaciones. Creo que abrí las piernas un poco, no sé si llegaba a ver la unión de ellas, pero creo que me atraía saber que podría estar observando,
    
    Ese momento fue como una especie de fusible que me trajo a la realidad, o por lo menos reconocer que algo buscaba mi hijo, que yo lo estaba consintiendo, y que debía dar un corte antes de llegar a mayores, si bien me atraía todo eso creo que debería poner un limite,.
    
    Después de pensarlo durante unos días, tome la decisión de aclarar todo eso, así que una noche apenas se durmió mi esposo y mi hija, silenciosamente fui a la habitación de mi hijo. Diciéndole:
    
    - “Hijo, quiero hablar contigo”
    
    - “Si, dime madre”
    
    - “No te asustes, es para aclarar ciertas cosas”, las que fui enumerando, lo del auto, esos abrazos matutinos, lo de ese almuerzo etc
    
    Por supuesto se disculpo, reconociendo ...
«1234...»