1. Las refugiadas - Olha y Natividad


    Fecha: 20/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... el coño por nuestra propia presión, pero en lugar de eso me tumbaron boca abajo. Trajeron un caballo para que me follase. Cuando empezó a entrar me corrí. Me sentí casi tan llena como he tenido mi culo y mi coño esta noche. Pero el caballo siguió penetrando. Noté como si me rasgasen el cuerpo con sus envites… de hecho me estaba rasgando. Sé que el vídeo está por ahí. Lo he visto pero está editado. Tuvieron que parar porque el caballito de madera empezaba a ceder. Lo reforzaron. Pero al ir a volver a poner el caballo sobre mí el mamporrero se equivocó. Esta segunda vez, que no se ve en el video, el caballo me folló el culo. Noté como si me reventasen los intestinos. Fueron diez o quince minutos agónicos hasta que alguien se dio cuenta que no era el orificio adecuado. Lo sacaron de mí y sin limpiar mis heces lo volvieron a meter en mi coño. Apenas empujó un par de minutos. El cambio había forzado mucho el caballito y se partió. Caí al suelo y no sé cuál de las patas del caballo pisó mi pierna rompiéndome los huesos.
    
    Olha cogió su cabeza y empezó a acariciarla.
    
    —Y yo que creía que con la evacuación estaba teniendo una mala vida. Tienes mi palabra que haré todo lo posible por ti.
    
    El móvil de Olha empezó a sonar. Lo tomó y miró la pantalla.
    
    —¡Mierda! ¡Mierda! —gritó Olha—. ¡Tengo que ducharme, desayunar y vestirme para ir al instituto! Quédate en mi habitación si quieres dormir un rato.
    
    —Tampoco mucho —replicó Natalia—, tengo que ducharme también y planchar la ropa para estar a las 10 en la heladería.
    
    —Aun te quedan tres horas. Y Verónica te puede planchar la ropa. Se lo pediré.
    
    Ambas bajaron a la casa. Olha se quitó el vestido y lo colgó en su armario, mientras Natividad se tumbó en la cama tras haber puesto el despertador para dos horas después. Tras secarse desayunó desnuda para no despertarla. Le pidió a Verónica si podía plancharle el uniforme de Natividad y si tenía algo en la ropa para plegar que se pudiera poner, para no despertar a Natividad.
    
    Se vistió y se fue al instituto. Fue un día muy largo.
    
    Tres días después la llamó Pedro. Olha estaba en el Cabify de regreso a su casa tras haber sido dos horas torturada por Susana. Había consumido el tercer botellín del coche en apenas dos manzanas que se había separado de casa de Susana.
    
    —¿Sí Amo?
    
    —Tengo que hablar contigo del otro día de la trasmisión con Natividad… 
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