1. Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 33


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... acelerarme. Lo noté cuando separó mis nalgas y pasó suavemente su lengua entre ellas, lo hizo tan lentamente que al llegar a mi ojo aspiró e intentó meterla.
    
    No pude resistir a la caricia y aspiré el coño de Marta entero, imité la caricia de Viviana, con la lengua pulsé el clítoris de la pelirroja, ésta se animó y pasó la mano entre mis piernas y cogió con decisión mi polla que colgaba semidura.
    
    Según me entretenía lamiéndole el coño ella iba tirando de mi polla hacia ella, yo fui cediendo hasta que quedé pegado a su costado pero aún así siguió tirando de mí. Comprendí que quería más y pasé mi pierna sobre su cabeza y la dejé al otro lado.
    
    Una sensación de humedad cálida me hizo comprender que me estaba lamiendo el capullo, le facilité la postura dejándome caer un poco para que la polla entrara entre sus labios y fue muy bien recibida.
    
    Viviana seguía lamiendo mi culo, lo hacía suave pero con toda la intención de darme placer, Marta con las manos rodeando mi verga tiraba de ella para tragársela entera, incluso levantaba la cabeza para llegar mejor.
    
    Ante tal “tortura”de las dos aceleré mi lengua y al momento Marta levantó el culo de la cama y empezó a temblar, así en tensión, apoyando solamente los talones y la cabeza, se corrió entre sollozos y gemidos ahogados.
    
    Cuando el orgasmo cedió un poco, cayó sobre la sábana como fulminada, quedó con los talones pegados y las rodillas separadas, el resto parecía desmayado, los brazos en cruz y los ojos cerrados, incluso su boca quedó abierta como si siguiera llena de mi verga, tan“muerta” parecía que le di un beso en la boca y saboreé el gusto de mi polla y ella el de su coño en mis labios.
    
    Viendo que Marta no reaccionaba Viviana quiso que la atendiera a ella, no fui con sutilezas, ella me conocía y yo a ella, y allí mismo, al lado de Marta se colocó en cuatro esperando a que la empitonara, no tardé en hundir la polla en su coño, estaba todavía más depilada que Marta porque a ésta se le notaba el leve color rojizo en el pubis, en cuanto sintió la polla dentro empezó a recular para metérsela, dada la impaciencia que tenía.
    
    Cogido a su cintura aceleré las metidas, pues ella procuró colaborar para encontrarnos a medio camino y sentir en su interior el choque de mi verga en sus entrañas con violencia. Sus tetas campaneaban colgando de su pecho, casi rozaban la sábana pero no las sujeté, las dejé“volar” a su antojo.
    
    Por un momento me olvidé de Marta, que seguía K.O. hasta que la sensación de un roce de una mano en mi muslo me hizo fijarme que ya estaba reviviendo. La chica estaba a gusto, bien corrida y le gustaba acariciar mi pierna velluda, una idea llegó a mi mente y solté la cintura de Viviana y mi mano acompañó a la de Marta.
    
    La fui manteniendo hasta que rozamos el muslo de Viviana, pegado al mío, ninguna de las dos lo acusaron y poco a poco fui dirigiendo su mano a la pierna de Viviana, la diferencia era abismal, la suya era suave como la seda, mientras que la mía parecía ...
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