1. Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 33


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... posible.
    
    En la publicidad de las navieras anuncian, que en los cruceros de placer, la gente va a las piscinas, a las hamacas o a los toboganes con una facilidad pasmosa, igual que a los bares que llenan las diferentes cubiertas, pero en la realidad todo eso es una fantasía, en todos los sitios adonde nos arrimábamos habían colas de gente esperando, probamos en meternos en una piscina, los tres teníamos curiosidad cómo se sentiría estar dentro del agua a la vez que el barco también estaba flotando.
    
    Resultó ser una tontería, había tanta gente dentro del agua que era como si estuviéramos en una piscina de barrio atestada de gente y no de chicas deslumbrantes como salen en los folletos, ya que la mayoría eran jubilados, como yo, aún reconociendo que sus señoras no eran ni como Concha, y menos ni como Viviana.
    
    No tardaron en mirarme con envidia los“viejetes”, al ir acompañado de dos bombones, sobre todo Marta, que con la melena color“azafrán” llamaba la atención por todos lados. Sobre todo cuando se quitó el pareo que llevaba, con su piel blanquísima, casi transparente, pero llena de graciosas pecas, le llenaban hasta la nariz, sobre todo cuando empezó a dorarse por el sol y la brisa salada, que le asomaron muchas más de las que tenía, sobre todo en el canalillo y los muslos.
    
    El biquini de Marta era bastante“decente”, quiero decir que no era muy escueto, al contrario del de Viviana, mi consuegra no se resignaba a reconocer su edad, y la verdad, podía defender el“pabellón” todavía, tenía más curvas que Marta, aunque un poco más fláccidas.
    
    En cambio Marta, pese a no tener muchas tetas compensaba, pues su bikini“decente” era de un tejido tan fino que se le pegaba como una segunda piel, sobre todo cuando se mojó.
    
    Menos mal que disimulaba un poco al ser estampado, ya que si no se habría quedado como una calcomanía. Yo, que tengo rayos X en los ojos, o eso me dice Concha, me fijé que de pezones no andaba mal, aunque apenas tenía areolas.
    
    Todo lo contrario que Viviana, ya que ella lucia sus tetas hinchando el pecho y moviendo las casi durasboobis debajo de su biquini negro. La experiencia del baño no fue un éxito, no tardamos en salir de la“repleta” piscina y acercarnos a una barra a tomar algún refresco, entonces me di cuenta de que ellas llevaban unas pulseras que les daban acceso a todo, piscina, bebidas, hamacas etc., seguramente su pasaje era afull,en cambio yo iba con lo puesto, ni mi bañador era mío.
    
    Pero no tuve problemas, no sé porqué se había corrido la voz y todos me miraban con un poco de curiosidad y pena, sabían lo de mi nieto pero no lo de Viviana, pensaban que ellas sólo eran unas buenas samaritanas que se había compadecido de mí.
    
    El caso fue que por a donde iba me saludaban y me daban ánimos para“soportar” mi desgracia, incluso me ofrecían bebidas, que ellos pagaban o aprovechaban de sus pulseras.
    
    Incluso, cuando fuimos al restaurante los camareros me agasajaron con platos especiales a los que los demás no ...
«1234...10»