1. Las flipantes aventuras sexuales de Carl


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Control Mental, Autor: CrisantoCruz, Fuente: TodoRelatos

    ... qué acaba de salir ¿lo viste?
    
    —¿a quién?
    
    —el hombre qué acaba de salir.
    
    —Señor, nadie ha salido de aquí, usted es el único qué ha estado ahí, solo como lo prefiere cuando…
    
    —ok, ok —la detuvo temiendo por lo qué estaba por decir, dio un suspiro de resignación —no fue un sueño, no fue un sueño —dijo sin qué su secretaria pudiera entender, pero cuando estaba por cerrar la puerta.
    
    —¿señor? —el se le quedó mirando intentando deducir con la mirada lo que tanto le costaba decir —tiene la bragueta abierta —de inmediato cerró la puerta detrás de sí, respirando con dificultad puso la espalda contra la puerta. Su mirada atrapó el dedo qué estaba en su mano, se calmó yendo a su asiento donde se dejó caer.
    
    —¿realmente sucedió? ¿Todo esto? —dijo acariciando la joya en su mano —y si realmente sucedió ¿qué posibilidades me ofrece todo esto?
    
    ….
    
    Las horas siguientes resultaron largas para Carl, dirigiendo las juntas directivas donde a raíz de qué descartaba algunos proyectos de forma tajante, alguno de los presentes encogía los hombros, apretaban los puños de ira o aclaraba su garganta. Sentado, con una mano sobre el escritorio moviendo sus dedos de forma silenciosa.
    
    El único alivio qué recibía de tanto aburrimiento era la presencia de su secretaria a su lado, cuando de reojo veía las medias negras qué cubrían sus piernas y el encaje qué asomaba por debajo de su falda negra. Si levantaba el rostro un poco podía el generoso escote qué ofrecía la mujer a través de su camisa rosa con volantes. Su acción no pasaba desapercibida para la mujer, así como la mirada desvergonzada del resto de los hombres o el desprecio qué un par de mujeres entradas en los 50 le mostraban.
    
    Después vinieron visitas a su oficina, conversaciones sin sentido debido a su falta de atención, muchas veces pidió qué se le repitiera algo para mantenerse al tanto. El sonido de las manecillas del reloj hacía eco en su mente, cada vez más lento, sonoro. Estuvo a punto de gritar "ya basta" cuando la persona frente a él agradeció por la oportunidad de una entrevista con él y pasó a despedirse. Acordando una nueva cita con la promesa de su mejor atención dieron por finalizada la reunión.
    
    Tras ver qué la puerta quedó cerrada se fijó en la hora, haciendo cálculos supo que todavía estaba a tiempo para llegar a casa y encontrar a su hijastra con sus dos mejores amigas tomando el sol frente a la piscina. Miró el anillo en su mano, tomó su saco y fue a la puerta. Al verlo salir de su oficina su secretaria se levantó enseguida de su asiento —tómate el resto de día, por hoy no hay nada más que hacer —lo oyó decir sin tener tiempo de hacer alguna replica, el hombre caminaba con prisa y podría apostar qué estaba desesperado por llegar a casa. Pará ella fue la oportunidad perfecta de irse a casa, preparar una cena agradable y pasar una noche apasionada en los brazos de su esposo. Había tenido un día tortuoso debido a la atención de esos hombres, en especial de su jefe. Y no hallaba ...
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