Deliciosa ducha entre madre e hija - Relatos Eróticos

Deliciosa ducha entre madre e hija

... a formarse en su entrepierna.

Prosiguió con las caricias. Pero ahora sus manos traviesas se colaron dentro de sus glúteos y bajaron hasta llegar a la entrada de su estrecho coñito, el cual ya se encontraba húmedo y no era precisamente por el agua.

— Parece que alguien hizo más que tomar un baño cuando estuvo sola.—Dijo mientras frotaba sus dedos sobre su intimidad, esparciendo el fluido por la zona. — ¿Estuviste tocándote mientras te duchabas, imaginándote que era yo quien lo hacía?

Su princesa no respondió, se limitó a seguir aferrada al cuerpo de quien le había descubierto. Sus mejillas ardían con intensidad, era verdad, lo había hecho.

— Vamos cariño, no tienes por qué avergonzarte. — Alzo el rostro de su dulce criatura y deposito un húmedo beso de lengua de su boca. No perdió el tiempo y rápidamente comenzó exploro cada rincón de su suave boca. Hasta que rompió el beso. — Confiesa la verdad amor.

— Sí, lo hice. — Admitió con las mejillas encendidas en un lindo color carmín. — Estuve jugando con mi cuerpo, imaginando que mis manos eran las tuyas y se frotaban por todo mi cuerpo, pero no fue suficiente, necesitaba a mi mami.

Esas palabras le llevaron a tope. Su mente se llenó de imágenes de su niñita recorriendo su propio cuerpo. Apretando sus senos tal cual como ella lo hacía, frotando sus dedos sin pena alguna contra su dulce clítoris. No iba a esperar más, le daría a su traviesa pequeña el placer que había venido suplicando.

Rápidamente, le dio la vuelta a su delgado cuerpo, apoyando su espalda contra su estómago. Recorrió su torso, llevo sus manos hasta la curvatura de su cintura y bajo aún más hasta llegar nuevamente hasta su parte íntima.

— Vamos amor, abre las piernas para mí. — Ordenó la mayor, cosa a la cual Olivia hizo caso inmediatamente. — Buena niña, toma tu recompensa.

Con rapidez alzo su delgado cuerpo en el aire. Se dirigió hacia un gran espejo rectangular que se encontraba sobre el lavabo del baño, parándose justo al frente, sus cuerpos desnudos se vieron reflejados en el empañado espejo.

Alicia estaba fascinada con la vista, las piernas de su princesa estaban abiertas de par en par, dejando completamente a la vista su jugosa y rosada intimidad, dándole una deliciosa imagen que hizo a su erección doler aún más.

— Esto es vergonzoso. — Mencionó Olivia mientras alejaba la mirada del espejo. No era la primera vez que hacían cosas como esas, si bien habían comenzado a llegar tan lejos hacía recién un año, ver tan explícitamente la pose en la que estaban le hacía ponerse colorada. — Por favor bájame.

— No tengas pena beba, mira al frente, te estás perdiendo el espectáculo.

Su miembro comenzó a frotarse contra los húmedos labios vaginales de su joven hija, empapando su glande con los calientes fluidos de su pequeña. Podía sentir como la entrada de Olivia se contraía cuando presionaba la cabeza de su miembro contra esta, como si buscara succionarle. Aunque lo negaba, su cuerpo demostraba cuanto ...