Los coreanos - Relatos Eróticos

Los coreanos

... quince minutos, lo que duró la comida de culo de los coreanos. Me salí de encima de Julio y me fui a cambiar la escena. Le puse dos condones a los coreanos y me puse entre medio de las travestis. Jiyu y KC fueron follan nuestro culos en línea, uno detrás de otro. Cuando uno se quedaba sin polla le metíamos los dedos. Al rato les pedí a los coreanos que se esforzaran más. No es que follaran mal pero es que no cambiaban el ritmo. Entonces invité a Julio a enseñarles. Él se levanto del sillón y con semblante macho vino hacia nosotros, apartó a los coreanos y le clavó la polla a Lara.

- Joder qué coño tienes ¡! – le dijo a la vez que cogía del pelo.

La furia de Julio salió de dentro y empezó a empotrarle con tanta fuerza que casi rompe a la niña.

- No he acabado contigo, zorrita – le dijo y le dio una palmada.

El siguiente culo en probar la fuerza de Julio fue Sara. Ya conocía ese menester así que no hubo queja cuando Julio se la clavó hasta el fondo. Aprovechó la pose de la pasiva para cogerle por las tetas y hacer más fuerza en la follada. Los coreanos y Lara miraban asombrados cómo Julio destrozaba a Sara y esta no se quejaba. Yo cogí del cuello a Lara e hice que se agachar detrás de Julio para enterrar su cara en el culo del macho. La putita empezó a lamer haciendo que Julio se esforzara aun más en joder el culo de Sara. Yo me fui a por los coreanos. Quería mi ración de carne asiática. Sin rechistar se dejaron hacer. Tumbé a Jiyu en la cama, le puse un condón y me senté encima, metiendo su picha larga y fina hasta el fondo de coño. Cuando lo estuve cabalgando un rato invité a KC a metérmela a la vez. No pudo creer lo que le estaba proponiendo pero le insistí y enseguida lo tenía encima de mi espalda, con su polla entrando y saliendo de mi culo. Era un gusto sentir los dos rabos coreanos moverse dentro de mí a la vez, pero más placer me daba ver la cara de vicio de Jiyu. Aproveché para meter mi lengua en su boca, cosa que recibió con gusto. No podía ver qué pasaba al otro lado de la habitación pero por los gritos supe que estaban de lo más a gusto. Como no quería perderme nada hice que los coreanos se estiraran entrecruzando sus piernas, con sus pollas erectas juntas para poder sentarme encima de ellas. Así podías disfrutar de mi culo y de mi vista. Julio había puesto a los dos travestis encima del tocador, con las piernas abiertas y se las iba follando alternativamente, hasta que anunció que se corría. Hizo que las dos se pusieran de rodillas y abrieran las bocas para recibir toda la leche de Julio. Fue un corridón brutal que inundó las bocas golosas de Sara y Lara. No fue poca la cantidad que derramaron los coreanos en mi boca. Me supo rica la leche extranjera y no desaproveché para tragármela.

- Hay trato? – preguntó Julio, después de recomponernos y despedir a las dos travestis.

- Firmemos y brindemos ¡! – gritó KC y todos reímos.

- Vamos a hacer una firma especial – dijo Julio y me hizo colocar a cuatro patas sobre la ...