1. Hermanas


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... copa para dirigirnos al centro de la pista de baile.
    
    Nada más llegar a la pista David se puso a bailar haciendo el tonto todo el rato, y aunque a veces me avergonzaba por sus gracias, lo cierto es que logró hacerme reír y pasar un buen momento.
    
    Durante todo este rato David me entretuvo a la perfección. Logró que por momentos me olvidara de todo, de mi hermana de mi esposo, de mi familia. Aunque el muy capullo aprovechaba la menor ocasión para rozarse conmigo y acariciarme, no quise recriminarle nada. Tampoco hubo nada tan evidente como para tomármelo a mal, aunque si se sucedía todo de manera muy sutil. Supongo que era como el pago por entretenerme, e invitarme a varios de los gin tonics que bebí a su costa esa noche. Yo aceptaba como inocente mi parte del trato no escrito, e incluso era yo la que de vez en cuando provocaba el roce de nuestros cuerpos. Era la típica situación en la que se notaba que al tío le iba, y en la que a mí me resultaba agradable gustar. Desde que me casé que no me quitaba moscones de encima y a nadie le amarga un dulce. El último de los gin tonics lo ingerí deprisa por el sudor y la calor, e inevitablemente me entraron ganas de ir al baño.
    
    Fue en el asqueroso habitáculo de la discoteca cuando me percaté de que estaba más mareada de la cuenta. Pero lo peor vino al salir de los aseos y dirigirme de nuevo hacia la pista de baile en busca de mi bufón de reina particular. Entre la muchedumbre de la gente adiviné la espalda de Ramón que tapaba a mi hermana, la cual estaba apoyada contra una de las columnas. En un principio creí que estaban hablando y como hacía un buen rato que no sabía de ellos me acerqué hasta su posición. Era ya tarde y estaba algo mareada por culpa del alcohol, por lo que pensé era un buen momento para proponerle a mi hermana que nos fuéramos a casa.
    
    Mi sorpresa cuando al llegar a su posición veo que no solo se están besando, sino que además Ramón le estaba metiendo mano a mi hermana. Le estaba sobando el culo a conciencia mientras la besaba en la boca en un morreo interminable entre la oscuridad y las luces del pub. Aquella visión de las manos de Ramón sobando el culo de mi hermana se grabaron a fuego en mi mente.
    
    En esos momentos me dio un vuelco el corazón y se me removieron las tripas. A poco vómito. De repente me sentí defraudada por ambos, como si los dos me hubiesen traicionado. Para nada me esperaba algo por el estilo aunque ahora entendía el por qué no los había visto en todo este tiempo.
    
    Incluso creo que pasaron varios minutos en los que yo permanecí a sus espaldas embobada observándolos como tonta. De repente me sentí mal. Celos, traición, envidia, no sabría precisar, pero el caso es que salí corriendo de allí, necesitaba huir, asimirlarlo y tomar algo de aire.
    
    Anduve hasta apoyarme en la pared nada más girar la manzana de la entrada a la disco. Respiraba hondo, parecía que el pecho se me fuese a salir del cuerpo, me costaba respirar y tenía algo así como nauseas. En mi mente ...
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