1. Hermanas


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... playa
    
    a lo que mis padres nos informaron que el negocio familiar que tenían no marchaba muy bien. Así dejamos de verlo de repente. Desapareció cuando apenas tenía yo los diecisiete.
    
    Con Ramón habíamos jugado desnudas en la playa por no ponernos nuestros respectivos padres pañales. Algo más mayores jugamos con él a médicos y enfermeras, descubriendo un sexo diferente. Ya de adolescentes tomamos los primeros tragos juntos, las primeras borracheras y compartimos los primeros ligues de playa. A él nunca le faltaron pretendientas, algo que incluso nos llegaba a poner celosas a mi hermana y a mí en esa época. Era como si Ramón fuese nuestro sin serlo.
    
    Y de repente esa amistad desapareció de la noche a la mañana.
    
    Recuerdo perfectamente el último día que estuvimos los tres juntos y que lo ví antes de que se lo hubiese tragado la tierra.
    
    Ramón tendría justo los dieciocho, fuimos en bicicleta por un camino que bordea la costa hasta llegar a una pequeña playa frente a una urbanización en la que nadie nos conocía. Esa urbanización llevaba fama por la multitud de extranjeros que acudían allí para pasar sus vacaciones, y si de algo tenía fama era por la cantidad de nórdicas que practicaban el top less. Ramón sugirió parar un rato de pedalear para darnos un baño. Mi hermana y yo enseguida supimos que lo que Ramón quería era verle los pechos a alguna de las extranjeras. Accedimos al deseo del entonces muchacho y nos tumbamos los tres en la arena.
    
    El chaval parecía presenciar un partido de tenis moviendo la cabeza de un lado a otro con cada guiri que se paseaba mostrando los pechos. A nosotras nos hacía gracia su comportamiento infantil y desesperado. Incluso comentamos con él la que estaba
    
    operada y la que no. Hasta que mi hermana, siempre más atrevida y loca que yo a pesar de ser la mayor, se quitó la parte superior del top quedando también en top less. Los ojos de Ramón al ver los pechos de su amiga fueron un poema.
    
    Era incapaz de mirar a otro lado. Solo tenía ojos para los pechos de mi hermana. Nunca creí que mi hermana fuese capaz de hacer
    
    lo que acababa de hacer, pero el caso es que disfrutaba haciendo sufrir al pobre Ramón. Yo también disfrutaba pero como espectadora.
    
    El
    
    caso es que Ramón tuvo que tumbarse de inmediato boca abajo. Mi hermana que es así de cabrona, propuso nada más ver que su amigo permanecía boca abajo
    
    darnos un baño. Yo accedí siguiéndole el juego a mi hermana, las dos queríamos ver la reacción de nuestro amigo que sin dudarlo nos siguió hasta el agua mostrando
    
    ante nosotras la tremenda erección que
    
    mi hermana le había provocado bajo su bañador. Una vez en el agua jugamos a hacernos aguadillas. Si recuerdo perfectamente ese día es porque por primera vez en mi vida toqué un pene en erección y ese fue el de Ramón. Fue inevitable que en nuestros juegos en el agua no hubiese roces y algún que otro inocente tocamiento. Los tres disfrutamos de ese rato cómplices entre nosotros de lo que sucedía. Ramón ...
«1234...37»