1. Hermanas


    Fecha: 18/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... similar solo que éste era más escotado y algo más desgastado por los lavados, tanto, que incluso llegaba a transparentarse lo justo con mucha luz como para adivinar la ropa interior que llevaba debajo. Por eso, tras mucho pensármelo y mirarme en el espejo opté por no ponerme sujetador. En la parte inferior un tanga color carne que disimulaba lo más posible la transparencia.
    
    Hasta nuestra
    
    propia madre nos felicitó por lo guapas que nos habíamos arreglado antes de salir por la puerta.
    
    No habíamos cenado, por eso dijimos de picar algo antes de ir a bailar. Nos sentamos en el típico chiringuito de playa en pleno paseo. Mi hermana me convenció para acompañarlo todo con un Ochoa de lágrima. Vino rosado que fresquito entra muy bien, máxime cuando hace calor. Era finales de agosto con máximas registradas en varios años. Para colmo mi hermana pidió finalizar la velada con unos chupitos, por lo que trago va, trago viene, yo ya estaba algo mareada cuando nos levantamos de la mesa.
    
    Decidimos alargar la sobremesa en el típico velador chillo out con un gin tonic que luego se convirtieron en tres. Estábamos a gusto confesándonos nuestras preocupaciones como buenas hermanas. Que si el trabajo, el cole de los chicos, que si a papá le falla mucho
    
    la memoria, que si la “má “está peor de los huesos, que si las dietas, la ropa, esto o lo otro. A lo que nos dimos cuenta estaban recogiendo la terraza. No quedaba otra elección que regresar a casa u optar por algún bar de marcha tipo pub o discoteca donde bailar. Lo estábamos pasando bien, y valga la redundancia, hacía tiempo que no teníamos tanto tiempo para nosotras. Así que decidimos ir a un conocido bar donde tomarnos el último gin tonic y bailar.
    
    Nada más entrar mi hermana se acercó hasta la barra a pedir dos nuevos gin tonics. Yo hubiera preferido bailar directamente y punto. Lo cierto es que el ambiente era agradable, gente de nuestra edad más o menos, buena música, y espacio suficiente como para bailar sin ser molestada.
    
    Como es habitual en estos casos se acercaron algunos moscones tratando de ligar con nosotras, pero mi hermana se las pinta sola para rechazarlos, incluso llega a humillarlos. Pobres tíos que solo buscan un ligue y salen compungidos con el rabo entre las piernas. Ambas nos reíamos con cada intentona y disfrutábamos bailando de forma provocativa e insinuante albergando
    
    falsas esperanzas a cuantos se ponían a nuestro lado tratando de encontrar el momento y la
    
    oportunidad en que establecer conversación con nosotras. Todo intento era en vano con mi hermana. Por eso me sorprendió en una de las veces en que regresé del baño y la ví hablando con dos chicos a lo lejos.
    
    Al acercarme mi sorpresa al ver que se trataba de nuestro amigo de la infancia Ramón y de su amigo. Por un momento sentí vergüenza de encontrárnoslo pues por la mañana no había ido siquiera a saludarlo.
    
    Aunque por otra parte había quedado mal y ahora tenía la oportunidad de enmendarlo.
    
    Sucedió que tras el ...
«1...345...37»