1. Viaje a Guadalajara, me cojo a la esposa de mi amable amigo


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... se la succionaba, mordía sus muslos, llevaba mi lengua de su coño hasta el inicio de su ano , eso la tenía loca, la adrenalina de estar en su casa y que Javier estuviera durmiendo me alentaba hacerle más rico todo, Claudia Carolina sudaba y gemía, sentí como se corría, mi boca se abrió para tragar su fluidos que me supieron a gloria, su orgasmo fue largo, entre quejidos y gemidos leves, la sensual esposa de mi amigo disfrutaba de ser infiel!
    
    CC: ¡Que rico, uhm!!!
    
    L: Vamos nena, ¡te toca!
    
    CC: Que grande es, ¡dios!!
    
    L: ¡Vamos nena, chupa uhm!!
    
    Claudia era muy buena, tomo mi verga y la coloca en medio de sus a eran geniales, Claudia Carolina devoraba toda mi verga, podía sentir su garganta en cada tragada, le acariciaba sus ricas nalgas y le apretaba la cabeza para ahogarla mientras se comía mi verga que estaba súper dura!
    
    Ella dejo de mamármela y lentamente subí hacia mí, ¡se acomodó encima de mi pelvis y tomando la cabeza de mi verga empezó a ensartarse sola!
    
    L: ¡Ya la quieres cariño!
    
    CC: ¡No sabes cómo me hace falta!!
    
    Fue maravilloso sentir como iba entrando en ella, la tome de sus pechos y me movía a su ritmo, Claudia Carolina se veía magnifica montada en mí, ¡la tome de sus muslos y disfrutaba de la cabalgada que me daba!
    
    CC: ¡Que dura, uhm!!
    
    L: ¡Si, que rico te mueves!!
    
    CC: Somos unos traicioneros, ¡uhm!!
    
    L: Si, ¡vamos a ir al infierno!
    
    No se ella, pero para mí no era nuevo estar con la esposa de algún amigo o familiar, así que solo disfrutaba de su cuerpo. Claudia Carolina se movía más rápido, mi verga estaba hasta el fondo de ella, me empujaba para penétrala más rico, ella bajaba a besarme y luego movía fenomenal su cadera, le apretaba sus ricas nalgas, le besaba las tetas, mordía sus pezones, estábamos cogiendo rico!
    
    Cambiamos de pose la acosté en la cama y de misionero se la metía, me movía rápido como gusano, sentí como mi verga era apretada tan rico por su vagina, nos besábamos, nuestras lenguas chocaban como espadas, ella me enterraba sus largas uñas en cada embestida y me abrazaba con sus piernas, eso fue maravilloso, luego tomé sus piernas y levantándola de patita en hombro, la cogí con más fuerza, Claudia Carolina lanzaba gemidos muy excitantes, eso me hacía moverme más rápido y más duro.
    
    CC: ¡Que rico, uhm!!
    
    L: Estas buenas nenas, ¡uhm!
    
    CC: ¡Mas, que rico me coges!!
    
    L: ¡Uhm, que boquita!!!
    
    Ahora estábamos acostados yo detrás de ella de “cucharita”, le acariciaba sus tetas duras, le besaba su cuello, levantaba su pierna doblándola para penetrarla mejor, ¡nos habíamos olvidado de donde estábamos!
    
    Una y otra, mi verga entraba y salía en esa pose, sus nalgas se miraban aún más grandes, le acariciaba con pasión y salvaje, dejándole marcas que estaba seguro su marido notaria, eso no nos detuvo, Claudia Carolina chupaba mis dedos como si de una verga se tratara, ¡sabía que nos podían descubrir y eso me ponía aún más!
    
    L apuse en cuatro, sus nalgas se miraban increíbles, en ...