1. Orgasmos Turbios [2]


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: CVelarde, Fuente: TodoRelatos

    ... ferocidad de un hombre que la deseaba en exceso y que no se cansaba de saborearla completamente.
    
    —¡Qué bien me coges, papi, así, así! —gritaba ella—. ¡Ahhh, por Dios… Ahhh!
    
    El aroma a nicotina y a menta que exudaba por su boca me excitaba sobre manera. Solía fumarse un cigarrillo cada vez que terminábamos de tener sexo. Me parecía bastante cachondo mirarla fumar después de cada cogida, con aquella sensualidad de diva de los años treintas.
    
    —¿Y tu novio… o tu prometido? —le pregunté mientras Thelma se comía los mecos que le había echado en la cara la última vez.
    
    —¿Ahora te preocupas por él? —me preguntó con una sonrisa cínica.
    
    —No, la verdad es que con novio o sin él, te quiero seguir follando… sólo preguntaba —me sinceré, viendo cómo se levantaba de la cama para irse a la ducha, con aquella espléndida desnudez que me arrobaba—, aunque si te soy honesto… no me gustan las infidelidades.
    
    —Pues no te preocupes por él —me dijo, mientras se limpiaba los pezones que también habían acabado embarrados de mi semen—, que al día siguiente de que cogimos por primera vez tú y yo lo terminé. A mí tampoco me va eso de las deslealtades ni de las traiciones. De hecho le dije la verdad, que me había acostado con otro y que por tal motivo teníamos que dejar las cosas por la paz, cada quién por su lado. Jaime es un buen tipo, y no iba a ser yo quien lo hiciera pasar mal.
    
    Vaya cuán directa era esta mujer. Y por supuesto que me agradó su proceder. Si no quieres a alguien, no lo engañas, vas y lo dejas por el bien de la integridad moral de ambos.
    
    —Pues me alegra, Thelma, porque a mí tampoco me gustan las deslealtades —enfaticé, limpiándome los restos de su corrida en mis muslos y testículos con una toalla blanca que encontré por allí—. Pero más me alegra saber que ahora ya no habrá otro hombre que use ese agujerito, porque te advierto que soy muy posesivo y me gusta que cuando tengo una mujer en activo, toda ella, mi mujer, sea exclusiva para mí. En todos los sentidos.
    
    —Me encanta cómo sonó eso de «mi mujer.»
    
    —¿Te gustan los hombres posesivos?
    
    —Solo en el ámbito sexual —me dijo. Luego se echó en la cama y se abrió de piernas otra vez. Vi su hendidura hambrienta, sus gajos hinchados, ansiosos, y me dijo—: quiero sentirte de nuevo. Anda… guarro, métemela.
    
    Y así continuamos cogiendo durante las siguientes semanas por todos los rincones de su casa, en todas las posturas y lugares que alguien se puede imaginar; pero esta vez fuimos precavidos y esperábamos a que se llegara la hora de salida del personal de servicio y mis compañeros de cuadrilla para dar rienda suelta a nuestra pasión. No queríamos riesgos, (el único que sabía de mis andadas era Chava, quien tuvo que pagarme un seis de cervezas corona ante mi promesa cumplida) sobre todo porque aquella hembra es de las que hace un escándalo tremendo al follar, gritando, gimiendo y diciendo a cual más guarrada durante el sexo, y era obvio que más de alguno la había logrado escuchar en su ...
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