Mí secreto, que mí madre nunca puede saber ni nadie 5 - Relatos Eróticos

Mí secreto, que mí madre nunca puede saber ni nadie 5

... plano y comencé a llorar pero ahora de gusto y placer, porque me estaba devorando esa moustrocidad de verga, y como él me dijo, yo ya le estaba suplicando que no me deje de follar y que me haga por piedad su putita y que ahora sí, él era lo más hermoso y exquisito que jamás nunca antes tuve.

Me folló tan pero tan rico que si me desmayaba era ya de puro placer infinita que estaba gozando., y cada vez más era más grande el placer que sentía cuando me hacía el amor en varias posiciones y la experiencia que tenía en follar en su automóvil me volvía loco ya que era la primera vez para mi que me follaban en los asientos de un coche. Me lleno nuevamente de abundante esperma y me hizo tener muchos orgasmos también y descansamos por unos minutos y nuevamente me daba duro y cada vez más me hacía sentir más placer hasta el punto de llorarle e implorarle que me haga nuevamente el amor una y otra y otra vez hasta que él ya no podía más y me dijo: ¡» ummmm Javiercito que putita insaciable que eres, voy a tener que tomar muchas vitaminas para que así pueda aguantar más y tenerte complacida, putita de mierda, pero tu culito si que lo vale, me traes loco «!.. casi como tres horas me tuvo dándome placer y cuando salimos de nuestro estado de exitacion, yo me sobresalte de miedo y exclame: ¡» por Dios que tarde es, mi familia estará muy preocupado porque no llego a casa y ahora que les voy a decir?, desearía quedarme para siempre acá contigo, para seguir siendo tu putita, pero no se puede, así que porfavor llévame a casa «!. Luego de limpiarnos como podimos nos vestimos y luego nos dirigimos hacia mí casa, y en señal de agrado placer, me pegué a su pecho y me cobije y le acariciaba su verga por encima del pantalón y por ratitos me levantaba para besarlo su boca y nuevamente me acurrucaba en su pecho, mientras el de vez en cuando me miraba muy embobado y ponía su cara de arrecho también, y también cuando podía estiraba un brazo y me acariciaba mi culito, y como estaba conduciendo no podía hacer nada más., y nuevamente se salio del camino y se metió dentro de unos arbustos y como dos locos nuevamente nos entregabamos en un exquisito sexo y nuevamente me hizo blanquear los ojos y hacerme sentir la putita más dichosa y feliz del mundo. Y luego retomó el camino a casa, y en el trayecto nos jugamos lealdad y prometernos ambos guardar nuestros secretos y también buscar una buena excusa para dar a mí familia por llegar tarde. Mí instructor tuvo la idea, de que yo les dijera a mi familia que por ser la apertura de los entrenamientos , es que tuvimos una reunión de camaderia en un restaurante y que por eso era mí llegada a esa hora, pero que no pude avisar ya que se me avía agotado la batería del celular. A unas cuadras para llegar al condominio mi instructor paro un rato y nos despedimos con un fuerte abrazo y besos apasionados y decirnos hasta el otro sábado.

Cuando llegue a casa, él esperó que entre y luego se marchó, y yo haciendo un esfuerzo sobre humano, traté de ...