Mí secreto, que mí madre nunca puede saber ni nadie 5 - Relatos Eróticos

Mí secreto, que mí madre nunca puede saber ni nadie 5

... oportunidad de tener un chance de poder seducir a mi objetivo que era ese tremendo oso rojo y darme por fin el gusto de saborear esa vestía roja que me quitaba el sueño.

Así que muy contento, fui a mi casa y le di la noticia a mi madre y le pedí que me firmará el permiso, donde ella muy contenta y orgullosa me felicito y les dio la noticia a mis tíos y a mi primita y todos me felicitaban y mí tío ordenó al chófer que me llevara a los entrenamientos los días sábados, pero ésa orden no me gustó mucho ya que estaría sujeto a tener encima mío al chófer y no tener libertad de hacer realidad mi fantasía, así que disimulando mi contrariedad le agradecí a mi tío por su inquietud de favorecerme, pero le dije que no era necesario ya que yo podía trasladarme y cuidarme sólo, que ya era grande para eso., él lo dijo con buena intención para cuidarme, pero al escucharme dijo: «bueno pero de todas maneras el chófer esta a tu disposición si lo necesitas o a cualquiera de nosotros , así que nos alegra mucho que en nuestra familia haya un buen futbolista «. Después de agradecer sus alegrías y sus apoyos , me fui a mi habitación a soñar con mi fantasía y hacer planes como podría hacerle saber a mi oso rojo, sin que otros sepan de mis debilidades y las ganas de querer probar su vestialidad roja . Al día siguiente llevé el permiso y con alegría le dije a mi instructor que pondría todo de mi parte para entrenar bien y poder ser titular en el equipo. Él con mucho agrado lo recibió y me dijo que estaba seguro que contaba conmigo y que él también pondría de su parte para ser un buen entrenador y más porque yo era su preferido y además porque sabía más de él y contaba con mí indiscreción y guardar su secreto. Así que llego el día sábado y yo muy contento por dos motivos, uno porque haría lo que más gusta, jugar al fútbol y lo otro que tendría lo oportunidad de probar por vez primera una vestialidad de verga roja de ése oso rojo que era mí instructor. Tenía que estar como a las cuatro de la tarde en el campo deportivo del colegio y por el afán de estar muy bien agradable para los ojos de mi instructor, es que se me hizo tarde y tuve que decirle a nuestro chófer que por esta vez me llevara, pero solo me dejara y que no me esperara porque yo me devolvía solo a la casa. Así que muy nervioso porque tenía una nueva aventura, ya que hace mucho tiempo no había estado con nadie, desde mis casi ocho años y mí anito de seguro que estaría celladito, pero con ansias de volver hacer destrozado nuevamente.,, llege al colegio, con un leve retraso, porque todos los otros compañeros ya estaban entrenando a las órdenes del entrenador, donde cuando me vio y para hacer prevalecer su autoridad y su fama de su sobre nombre : «el demonio rojo», me llamó la atención muy fuerte delante de todos, donde yo con mi cabeza agachada y muy sumiso le pedí disculpas por la tardanza y le dije que nunca más volvería a llegar tarde. El resto de compañeros también se asustaron y se quedaron en silencio y él ...