1. Mí secreto, que mí madre nunca puede saber ni nadie 5


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Gays Autor: Extasis, Fuente: SexoSinTabues30

    ... anito , ya que hace dos años que no recibía verga y por lo consiguiente estaría nuevamente muy serradita como una virgen.
    
    Después de darnos placer con nuestras bocas, él se quedó sentado y me hizo pararme en el asiento dándole la espalda y poniendo mis piernas separadas a sus costados, me tomó de mis caderitas y me hacía sentar hasta que mís nalgitas sentía su rose de su verga, y como mi hoyito ya estaba totalmente dilatado del placer que sentía, yo con mi mano lo tomé su descomunal verga y lo guíe a mi entradita, y yo bajándome hice presión para que pudiera ingresar tan enorme cabezota, pero no me entraba nada y me hacía sentir un fuerte dolor y la verdad es que el tremendo grosor de su cabeza y tronco eran mucho para mi anito, y sólo me lo frotaba con su enorme cabeza que derramaba abundante líquido viscoso y eso permitía que resbale muy rico por mi hoyito., y comencé a sudar frio de puro exitacion y placer pero también de dolor ya que eran muchos los intentos que hacía para poder clavarme ésa vestialidad roja., y no podía aguantar y cada vez que hacía presión me hacía gritar y saltar de dolor , y es así cuando la perversidad de un depravado sexual aflora y nunca se da por vencido y al ver que era muy difícil en ésa posición clavarme su tremenda verga y también porque el no tenía el control, es cuando me quito bruscamente de su encima y me tumbo boca abajo poniéndome mis rodillas en el asiento, al estilo de una perrita y es cuando se ensalibo un dedo y me lo ensarto asta el fondo y comenzó a moverlo sircularmente y después metió otro y luego otro donde ya yo estaba gritando de dolor porque sus tres dedos se movían de tal manera que parecían buscar algo, pero pasó unos segundos y mí anito como si tuviera memoria comenzó a recordar que ya estuvo bien penetrado y por enormes y gruesas vergas negras y comenzó a dilatarce y acostumbrarse al grosor de los tres dedos y asi estar preparado a recibir una vez más una enorme vestía, pero también sabía que esta les superaba a sus antecesores en grosor y por mucho, pero aún así estaba dispuesta a recibirla, porque ya mi dolor desaperecia y comenzaba a sentir gusto y placer. Viendo que aparecían mis gemidos el demonio rojo sacó sus dedos y como loco tomó su verga con una mano y aprovechando que al sacar sus tres enormes dedos mí anito había quedado muy abierto y por eso quiso aprovechar su aventura y con un fuerte empujó, su tremenda cabeza fue a parar dentro de mí anito, donde sentí como los pliegues de mi esfinter se rompían y me hizo dar un grito desgarrador y quedar con mí boquita muy abierta y sentir como se me nublaba la visión hasta quedar viendo estrellitas de colores, quedando clavado por esa enorme cabeza, nos quedamos inmóviles y pasó casi un minuto y yo comencé a llorar desgarradoramente y a gruñir y como cuando uno toma una taza de café pero bien caliente y das un sorvido y te quemas la boca, y hacer resoplidos , así hacía yo resoplaba de dolor y apretar mis mandíbulas, porque el dolor era ...
«12...567...10»