1. Ideas con mi hijo.


    Fecha: 16/07/2019, Categorías: Incesto Infidelidad Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... anularlo …
    
    —¡Genial! … tengo una tarea para ti … luego te diré de que se trata … come tranquilo …
    
    —¿Tomará mucho tiempo? …
    
    —Sí … puede ser … pero confía en mí … estoy segura de que te gustará …
    
    Le dije mordiéndome el labio inferior y dándole una significativa mirada, sus ojos no perdían ocasión de mirar mis sinuosidades. Después del desayuno, me vestí y bajé al almacén de la esquina a comprar algunas vituallas. Cuando regresé le encontré jugando con su consola, me acerqué a él y girando frente a él le pregunté:
    
    —Hijo … estás en la edad que comienzas a interesarte en las chicas … de seguro has visto muchas muy jóvenes y bien formaditas … comparándome con ellas … ¿puedes decirme cómo me veo? …
    
    Su joven rostro denotaba confusión, no sabía que responderme, pero me miró de pies a cabeza y luego expresó:
    
    —Mami … eres muy linda … creo que muchas de ellas envidiarían tu talle y tu porte …
    
    Me dijo centrando sus ojos en mis muslos y mi trasero. Aprovechando su interés en mi figura le pregunté en forma inaudita:
    
    —¿Te gusto? … pero no cómo madre … quiero decir … como mujer … ¿me encuentras atractiva? …
    
    Inmediatamente me pareció una locura estar preguntándole a mi hijo algo así. Pero él con un tono confiado me respondió:
    
    —Eres hermosa … me gustas mucho … papá es muy afortunado de tenerte …
    
    Me emocionó su respuesta, me acerqué a él y lo abracé con fuerza diciéndole:
    
    —¿Puedo contarte un secreto? …
    
    —Por supuesto … soy tu hijo … puedes confiar en mí …
    
    —Es relacionado con tu padre …
    
    —¿Sí? … ¿Qué sucede con él? …
    
    —Tu padre … bueno … él me está engañando con una compañera de su trabajo …
    
    No pude retener mis lágrimas al confesarle el engaño de mi esposo. Luis me apaño en sus brazos y comenzó a acariciar mis cabellos, mientras me decía.
    
    —¡Cálmate! … no llores … probablemente es solo un cuento que alguien mal intencionado te vino a contar …
    
    —No, hijo … encontré los mensajes en su celular y … lo seguí un par de veces … lo vi salir con ella y también los vi entrar en un motel … nadie me ha contado nada … yo lo he visto con mis propios ojos …
    
    —¡Oh!, mami … ¡Qué estúpido! … no sabes cuanto lo siento …
    
    —Pero eso no es todo, hijo …
    
    —¿Has descubierto algo más? …
    
    —No, pero tu padre ya no me quiere … no me hace nada, ¿entiendes? … no me toca … me siento desesperar … y yo pensé a ti … perdóname, hijo … pero … te necesito …
    
    Se separó de mi sorprendido, me miraba a los ojos y me dijo:
    
    —¡Mami! … pero soy tu hijo …
    
    —Y yo soy tú madre … y te necesito a ti … nadie más que a ti …
    
    —¿Y si papá se entera? …
    
    —Tu padre me está engañando … no creo que le interese más nada de mí …
    
    Luis trató de secar algunas lágrimas de mis ojos con su dedo, pero luego me acercó y comenzó a lamer mis mejillas y limpiar mis lágrimas con besos, creo que esa fue su respuesta evidente, me abracé a él y llevé mis manos a su regazo, la segunda respuesta era la de su pene que comenzaba a crecer y a ponerse duro.
    
    Cuando lleve ...
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