Los desafíos a los que me he sometido - Relatos Eróticos

Los desafíos a los que me he sometido

... los cuales no había forma de conseguir que se dejaran hacer la felación, sin embargo al resto parecía que les encantaba, por lo que no me quedó mas remedio de insistir e insistir en esos tres ejemplares, lo que provocaba que el resto se sintieran como celosos y cuando estaba intentando con esos tres siempre había alguno que no paraba de darme trompadas en los genitales o incluso morderme los testículos, pero a pesar de todos esos contratiempos en la última semana había conseguido que todos se dejaran hacer la felación.

Madalina que venía a verme bastante a menudo se lo pasaba en grande al verme en todas las posturas totalmente abusado y degradado por todos los cerdos y al ver mi progreso con las felaciones me dijo que esperaba ver como el último día conseguía hacérsela a todos y cada uno de ellos, en muchas ocasiones venía acompañada de conocidos y familiares y le encantaba enseñarles lo que había conseguido hacer con un hombre de España y que además estaba pagando por ello.

El último día me dijo que estaba contenta de ver como me había degradado y humillado al haber superado el desafío, pero que en cierto modo se había sentido un poco contrariada porque pensaba que no lo iba a conseguir y entonces me tendría que imponer el castigo prometido, me dijo que de antemano no lo había pensado, pero que una vez allí en Schela se le ocurrió que si no conseguía superar el desafío, el castigo sería que no volvería a Alicante con ella, sino que me quedaría allí hasta que dentro de al menos seis meses volviera, y que durante todo ese tiempo estaría literalmente dentro de la letrina sumergido hasta la comisura de la boca e insertado por un gran tubo de cinco centímetros de diámetro en el culo, con las manos inmovilizadas con las argollas y con un gran embudo puesto de manera inamovible desde el agujero de la tabla hasta mi boca, donde además de los familiares de ellas que normalmente usan la letrina, su tía iría echando cubos de mierda y meados de los cerdos y que ella misma correría la voz por el pueblo para que todo el que quisiera contribuir con la humillación y degradación del español lo hiciera acudiendo cuantas veces quisiera a usar la letrina de la familia Rusu. Me dijo que de momento había sido una pequeña decepción pero con el tiempo, quizás en la próxima visita realizaría el desafío.

Esa misma tarde me volví a meter en la caja de transporte de perros y nos fuimos para Bucarest a coger el vuelo de regreso a Alicante, me esperaba otro gran atracón de las mierdas, meados y semen recogidos por todas las chicas de la casa así como las del club, con la sorpresa que las del club también habían guardado sus mierdas y sus meados junto con las mierdas de los ocho perros, ya no sabía hasta dónde iba a ser capaz de llegar, Madalina me dijo que estaba muy satisfecha por el resultado de sus desafíos y que no pararía de pensar en buscar continuamente otros desafíos que me degradaran y humillaran cada vez más y más. Pero desde que me lo dijo yo ya no podía ...