1. Maltrato femenino(II)


    Fecha: 16/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: slipper, Fuente: TodoRelatos

    ... llamando a su esposa entró en pánico, no sabía muy bien que hacer, suplicó con la mirada a Marta, pero ésta lo obvió absolutamente, y lo peor es que poco a poco fue contándole con todo lujo de detalle la conversación que habían tenido ambos maridos, y también le contó la tunda que le acababa de propinar al suyo.
    
    -Me gustaría que vinieras Obdulia, creo que esto es lo suficientemente serio para que lo hablemos a la cara con este par de sinvergüenzas, no quiero que se vayan de rositas después de esto, aunque ya te digo que el mío de ésta se acuerda.
    
    Julián sólo pensaba que esto le costaría el divorcio, y lo que no podía soportar es que su mujer contara a todo el mundo el motivo, no podría soportar la vergüenza de que su familia supiera sus gustos por los azotes en general y lo zapatillazos en particular, pero lo que realmente sentía es que él quería a su esposa, la amaba de verdad, y le iba costar mucho sobrevivir sin ella.
    
    Mientras cavilaba todo esto había perdido un poco el hilo de la conversación entre ambas mujeres, pero de repente Marta colgó, estiró su pierna derecha y con un leve empujoncito se descalzo su zapatilla que la llevaba en chancla, la recogió del suelo, y le dijo.
    
    -Te quiero desnudo, ya has visto lo que le ha pasado a tu amigo, hoy vas a probar su medicina, y te aseguro que no te vas a quedar con ganas.
    
    Julián estuvo a punto de preguntarle a Marta si le había pedido permiso a su mujer para azotarlo, pero le pareció tan patética la pregunta que desistió, se maldijo por haberse ido de la conversación que mantuvieron ambas mujeres, estuvo a punto de decirle que a él sólo le pegaría su mujer (ojalá fuera así), pero no tuvo fuerzas para ello, se vio absolutamente acorralado...
    
    -¿Te bajas los pantalones tú, o te los bajo yo?, te aseguro que como te los baje yo te vas a acordar de mí una temporada!!!
    
    El tono fue tan amenazante que se apresuró a bajarse precipitadamente los pantalones, y ante la severa mirada de la mujer, también se bajó los calzoncillos, y se puso como un corderito sobre el regazo de aquella diosa.
    
    Muy probablemente la paliza fue incluso más dura que la de su marido.
    
    Pocos minutos después de acabada la tunda, sonó el timbre, Marta fue a abrir, y lo primero que vio Obdulia al entrar al salón de su amiga fue a dos hombres desnudos de cintura hacia abajo, con el culo y parte de los muslos rojísimos, cada uno en un rincón, a ambos lados de la televisión.
    
    Luis estaba ya muy acostumbrado, pero Julián se quería morir, aún más rojo que el culo tenía la cara, no podía estar pasándolo peor, ninguna de las mujeres decía nada, y fue la anfitriona la que rompió el hielo.
    
    -Mira que par, ¿has visto lo que he tenido que hacer con ellos?
    
    -Julián vístete, nos vamos.
    
    La frase sonó mucho más dura que una buena paliza con una vara, sonó a sentencia de muerte, sonó a "esta me la vas a pagar".
    
    (Contunuará en una tercera y última parte donde se desvelará lo que pasará entre Obdulia y Julián). 
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