Terapia de grupo 10 - Relatos Eróticos

Terapia de grupo 10

... mirada al narco. “Si quieres seguir con este rollo pierdes el negocio”, parece decirle. “Te he seguido el cachondeo pero hasta aquí hemos llegado”.

Hay un breve momento de tensión, con el Wey que no sabe si repartirle un par de hostias o estarse quieto. Mira a su jefe en busca de órdenes. El Chivo se ríe, ahora con una carcajada perruna y hace un gesto con la mano indicando a Carmen que puede vestirse. Mientras ella lo hace le dice:

- Tengo que reconocer que tienes unos ovarios como una catedral de gordos. Gomorra dice que conoces al Diego ¿Es él quien te manda?

- Diego no tiene nada que ver con esto, me mando yo solita, a él solo le pedí que me presentara al barbas. Entiendo que has recibido mi paquete.

- Sí, claro que lo he recibido, como comprenderás no lo tengo aquí.

- Lo comprendo perfectamente, no se trae droga a un encuentro de trabajo y menos cuando tiene toda la pinta de ser una encerrona.

- ¿Lo es?

- No, en realidad has tenido mucha suerte: te acaba de tocar la lotería.

El Chivo le indica la silla que tiene delante y ella toma asiento cruzando las piernas.

- Antes de hablar de negocios me tienes que explicar quién coño eres tú y de dónde has sacado ese polvo tan puro.

- Eso es cosa mía, no represento a nadie ni formo parte de ninguna organización. Solo puedo decirte que hay ciertas personas que recurren a mí. Es gente que va por libre y que prefieren jugársela por su cuenta antes que hacer de mula para una mafia. Estamos fuera de los canales habituales, gente amateur que tiene sus propios suministros. Lo pillan en Colombia y lo traen a Madrid. Peña inexperta, no están fichados y son muy poquitos, no más de cinco personas de confianza, pero precisamente por eso han tenido suerte, el primer viaje lo han hecho sin complicaciones. Al estar fuera de la red no podemos colocar la mercancía. Yo te ofrezco un producto de calidad en pequeños lotes que puedes ir intercalando con lo que te da tu proveedor habitual. Al no haber más intermediarios que yo, le puedes sacar el máximo rendimiento. No tienes por qué conocer ni mancharte las manos con nada, ni siquiera adelantar dinero: yo pongo el producto en tus manos mucho más barato que tu suministrador. Si me pillan o la mercancía es confiscada, es mi problema.

Carmen ha pensado muy bien su oferta. Supone que este tipo adelanta dinero a la mafia para poder recibir su género. Más de una vez habrá tenido problemas con los envíos. Si la cosa se fastidia el dinero se pierde. El trato que le ofrece es ventajoso y aún queda la segunda parte.

El Chivo entra rápidamente en materia.

- Vamos a ver guapa, que no es que esté dispuesto a hacer negocios contigo, porque no me creo ni la mitad de lo que me has contado pero ¿cuánto me costarían esos 220 gramos que me has pasado? Solo por curiosidad.

- 40 euros el gramo.

- Eso es una gilipollez. Por ese precio lo tengo en mi distribuidor habitual.

- Le he comprado a tu camello ya cuatro papelinas y se más o menos que ...