1. La Mansión de la Lujuria [02]


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... hoy en día una chica puede tener sexo con su mejor amiga, y no pasa nada. Eso no te convierte en lesbiana, ni tampoco significa que quiera casarme con ella o algo así. Simplemente tuvimos una calentura y… se dio.
    
    —Es que… uf… —Inara se pajeó aún más rápido—, con lo buena que está Clarisa, yo también hubiera hecho una excepción. Es una rubia… despampanante. Y vos también estás muy buena, así que las re entiendo a las dos. Me imagino que se habrán cambiado juntas más de una vez, habrán hablado de sexo y bueno, terminaron re calientes con las tetas y el orto de la otra.
    
    Mailén soltó una risita.
    
    —Es más o menos como pasó. Aunque tampoco es que yo me vuelva loca por la anatomía femenina. Es decir, sé que Clarisa es re linda; pero a mí lo que más me gustó fue poder hacer algo así con mi mejor amiga.
    
    —Vamos, Mailén… no te me hagas la sentimental ahora —Inara estaba disfrutando al máximo de su “terapia de autosatisfacción”—. ¿Me vas a decir que no se te hizo agua la concha cuando le chupaste esas tetazas? Porque me imagino que se las chupaste…
    
    —Sí, claro… —volvió a reírse. Le parecía surrealista estar hablando con alguien de su única experiencia lésbica, en especial con su propia hermana… en plena paja—. Y no fue lo único que le chupé.
    
    —Uf… sí, a eso me refiero. Clarisa debe tener tremenda concha…
    
    —Eso es cierto, es preciosa. Cuando la vi abierta… mmm, bueno, no puedo negarlo. Sí me excitó mucho.
    
    —¿Y el culo? Por dios, decime que le chupaste el culo…
    
    —No sabía que tuvieras tanto interés en el sexo lésbico.
    
    —Nah, eso me da igual. Lo que pasa es que la situación me parece super excitante: dos amigas que están que parten la tierra, chupándose las conchas entre ellas. Es digno de una película porno.
    
    —No creo estar “que parto la tierra”, pero gracias. Y entiendo lo que decís… —Mailén sonrió con picardía—. Un culo como el de Clarisa no se puede ignorar. Sí se lo chupé, y lo hice las tres veces que cogimos juntas.
    
    —¿Y el tuyo? ¿Lo chupó? Porque tu orto, hermana… tampoco se puede ignorar. Decime que lo hizo…
    
    —¿Por qué tan interesada?
    
    —Ya te dije, me parece excitante la escena… y Clarisa. Sin ser lesbiana, admito que esa rubia me moja la concha. En especial cuando usa esos microbikinis… dios, que puta hermosa.
    
    Mailén soltó una risotada.
    
    —Solo yo puedo decirle “puta hermosa”. Te puedo decir más si me respondés con sinceridad a algo.
    
    —¿Qué cosa?
    
    —¿Qué estaba haciendo Lilén cuando yo entré? Porque… tenés el pezón húmedo —volvió a acariciarlo.
    
    —Está bien, me estaba chupando una teta. Pero nada más, lo juro.
    
    —¿Y se puede saber por qué tu propia hermana te estaba chupando una teta?
    
    —No pienses nada raro, Mailén. Es más complicado de lo que te imaginás. Ya sabés que Lilén es un poquito… especial. Se pone muy nerviosa, y esto de la mudanza la tiene muy mal. Si le permití chuparme la teta es porque sé que eso la tranquiliza… es como chuparse el dedo. Fijación oral, le llaman.
    
    —Mmm… y vos aprovechaste eso ...
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