1. La Mansión de la Lujuria [02]


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... es un embole, la tía tenía razón. Si querés leelo…
    
    —Em… nah, mejor paso.
    
    Inara sabía que con eso mantendría lejos a su hermana del diario íntimo de Ivonne Berkel. No sabía por qué había actuado de esa manera, por lo general compartía todos sus secretos con Lilén; sin embargo, sintió que Ivonne le estaba hablando directamente a ella, a través de los años. Como si en el momento en que ella sacó el cuaderno de la habitación se hubieran vuelto amigas y confidentes.
    
    —Yo también estoy aburrida —dijo Lilén, al mismo tiempo que metía dos dedos dentro de la concha de su hermana—. ¿Te molesta si te toco un ratito?
    
    —Mmm… —Inara pensó en su madre y en cuánto le molesta a ella que las gemelas se toqueteen; pero estaba enojada con Rebeca, por haberles prohibido seguir explorando la habitación once—. Está bien, me vendría bien una manito extra.
    
    —Yay!
    
    Los dedos de Lilén se movieron con presteza, Inara se limitó a cerrar los ojos y a dejar sus piernas abiertas, para esto tuvo que quitarse del todo el pantalón y la ropa interior. Ya desnuda de la cintura para abajo, disfrutó de la imaginación mientras pensaba en cómo la bella Ivonne Berkel se habría masturbado.
    
    —¿Querés que te chupe una teta? —Preguntó Lilén.
    
    —Em… está bien.
    
    Inara levantó se quitó la remera y el corpiño, quedando completamente desnuda. La boca de Lilén se prendió a uno de los pezones y empezó a succionarlo con fuerza. Las “chupadas de teta” no tardaron en sumarse al repertorio masturbatorio de las gemelas. Quizás otras dos chicas lo habrían visto como ir demasiado lejos; pero para ellas chuparle un pezón a la otra no era muy distinto a besarse en la boca. Lo hacían porque sabían que era placentero, en especial para quien lo recibía.
    
    Lilén sacó los dedos de la concha y se los llevó a la boca. Hizo esto sin buscar un placer personal, simplemente quería lubricar sus dedos. Además, no siente ningún tipo de asco al probar los jugos vaginales de su hermana. Es exactamente igual que hacerlo con los suyos, hasta tienen el mismo sabor.
    
    Inara arqueó su cuerpo y suspiró de placer cuando Lilén encontró uno de esos puntos especialmente sensibles de su concha. Ellas saben perfectamente dónde y cuándo tocar, porque comparten muchas de estas “zonas de placer”. Además la intensidad con que le estaba chupando el pezón mientras le metía los dedos, la estaba haciendo delirar de puro gusto. Hasta tenía la sensación de que se lo arrancaría si chupaba un poco más fuerte. Inara acompañó el movimiento de los dedos con su cadera y empezó a gemir suavemente.
    
    —Chicas, necesito que me ayuden con algo…
    
    Mailén abrió la puerta sin siquiera golpear, porque jamás se imaginó que encontraría a alguna de sus hermanas completamente desnudas. Las gemelas, que ya tenían experiencia en esto de ser sorprendidas en situaciones “no apropiadas”, mantuvieron la calma.
    
    —Podrías haber golpeado, ¿no? —Dijo Lilén, quien apartó muy lentamente la mano de la concha de Inara. Ella sabía que Mailén no podía ...
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