1. La Mansión de la Lujuria [02]


    Fecha: 15/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Nokomi, Fuente: TodoRelatos

    ... ésta sos vos… mmmm interesante —dijo Inara, en voz alta—. No me imaginé que fueras tan… bonita.
    
    También descartó la posibilidad de que Ivonne fuera la monja que vio en aquella foto de la habitación once. Las dos eran bellas y jóvenes, pero en realidad no se parecían mucho. La chica que estaba chupando verga tenía una belleza angelical, como si fuera una muñeca de porcelana. En cambio Ivonne Berkel… ni siquiera parecía monja. Más bien parecía…
    
    —Una chica Bond.
    
    Inara conoce muy bien las películas de James Bond porque su madre es adicta a ellas. Rebeca está enamorada de Sean Connery, de Pierce Brosnan, de Daniel Craig… y de cualquier tipo que haya interpretado al mítico espía británico. De tanto ver esas películas con su madre, Inara aprendió que por cada película de James Bond hay una chica hermosa que lo acompaña. Mujeres que muestran un tipo de belleza especial. Lo que Rebeca denominó como “Femme Fatale”.
    
    Así era Ivonne Berkel: una auténtica Femme Fatale vestida de monja.
    
    «No sé qué me pasa. Dorotea Lenguis, la Madre Superiora de este convento, me dejó en claro desde el primer día que la masturbación va en contra del voto de castidad. Nos lo tiene estrictamente prohibido. Está tan mal visto que ni siquiera hablamos de eso… por eso, no sabía a quién más contárselo. Me aterra pensar que soy la única monja en este caserón que no puede evitar “acariciarse las partes íntimas” cada vez que se queda sola en su dormitorio.»
    
    Al leer esto, la mano izquierda de Inara comenzó a moverse como si tuviera vida propia. Fue directo a su vagina y reaccionó de forma positiva ante la humedad.
    
    «Al principio pensé que era una cuestión temporal, que se me pasaría en pocos días. Después entendí que no sería así. Se me ocurrió una idea disparatada: Dedicar mi próximo día de descanso a masturbarme todo lo que pueda. Voy a estar sola en mi habitación todo el día, y acá son muy respetuosas con el espacio privado. Así que no hay riesgo de que alguien me descubra. Espero que esta “sesión de masturbación intensa” me ayude a quitarme las ganas de una vez por todas. Después rezaré y prometeré no hacerlo nunca más. Por Dios, espero que funcione…».
    
    —Epa… ¿encontraste algo interesante para leer? —Preguntó Lilén, quien acababa de irrumpir en la habitación.
    
    El primer instinto de Inara fue cubrirse con la sábana; pero al ver que se trataba de su hermana gemela, la quitó, mostrando que ya se había bajado el pantalón y la tanga. Su vagina, cubierta por una prolija mata de pelitos rojos, estaba completamente a la vista.
    
    —Ah, no… la lectura no es tan interesante —mintió.
    
    —Pero te estabas pajeando, no digas que no. Yo te vi. ¿Querés que te ayude?
    
    Lilén cerró la puerta, para que nadie las interrumpiera, se acostó junto a su hermana y llevó la mano hasta la concha. Empezó a acariciarla y notó que…
    
    —Uy, estás re mojada. ¿En qué andabas pensando? Mejor dicho… ¿en quién?
    
    —En nada… ni nadie. Me estaba tocando por puro aburrimiento. El diario de la monja ...
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