Matrimonio por interés y placer (4) - Relatos Eróticos

Matrimonio por interés y placer (4)

... fuiste hija única, pero en mi casa cada quien tenía su lugar y los demás lo respetaban

- ¡Discutimos por todo Luis! Date cuenta que desde el día en que regresamos de la luna de miel no hemos hecho otra cosa que no sea discutir, A excepción hecha de cuando cogemos, ahí si nos entendemos de maravilla… Lo mejor hubiera sido lo que te acabo de decir, nos cogíamos en un hotel, después cada quien seguía con su vida y en su casa. Me entristece vivir así, me haces sentir que esta no es mi casa, que te estorbo … Extraño mi casa, mi recámara, a mis papás. Aquí siento que todo es tuyo, ¡Estoy atrapada, desesperada! ¡Ya no sé qué hago aquí!

No pudo seguir hablando por el llanto, Luis se sentó a su lado, la abrazó para calmarla y le dijo

- Es cosa de tiempo pecas __ Y con la idea de hacerla reír agregó___ Solo imagina lo que hubiera pasado si Cortés hubiera dicho “Qué coños hago en las Américas” De seguro que no hablaríamos el castellano, ¡Es más! Ni siquiera estaríamos hoy aquí.

- Eso no tiene nada que ver Luis __ Respondió molesta

- En el fondo es lo mismo pecas. Una conquista, más allá de lo dolorosa que pueda ser, es la unión de dos culturas que forman una nueva identidad… Un matrimonio es la unión de dos personas diferentes que deben negociar sus valores, sus costumbres, su forma de vida. Aceptar sus propios errores y hacer suyos los aciertos del otro para llegar a su propia identidad, identidad que heredaran a sus hijos y a ellos les tocará hacer lo mismo… No te desesperes, ni te enojes mujer, acoplarse es difícil pero siempre se logra

- ¿Tú crees?

Luis la miró a la cara, lamió sus lágrimas y la besó diciendo

- Te lo aseguro

Se volvieron a besar y poco a poco se encendió el fuego, Sandra se puso de pie, se desnudó y se acostó boca abajo con las piernas separadas, Luis se quitó la ropa, se subió a la cama y comenzó besándola en las pantorrillas, subió por los muslos, las nalgas, le recorrió a besos la sensual espalda, con sus manos le separó las redondas y firmes nalgas para saborear su sexo y después se montó en ella. La penetró suavemente y cuando comenzó a cabalgarla la escuchó gemir entre sollozos, se detuvo y preguntó.

- ¿Que pasa pecas? __ Sandra con voz entrecortada por el llanto respondió

- ¡Nada! Tú sigue, ¡Necesito tener sexo Luis!

- Me traes loco pecas…

- ¡No hables, solo sigue y no te detengas!

Tal cual lo había leído en aquellas narraciones de mujeres, quienes en una perversa actitud que rayaba en el masoquismo, buscaban desahogar su duelo a través del sexo, una mezcla de dolor y placer se había apoderado de ella. Sus gemidos sollozantes provocados por el placer, eran fuertes y desesperados, de pronto con una voz entrecortada y llorosa comenzó a gritar“Oh por Dios, oh por Dios” su cuerpo se tensó y exhaló con fuerza cuando comenzó su orgasmo. Aún sentía contraerse muy suavemente sus entrañas cuando sintió que Luis se endurecía al extremó y le exigió “Termina Luis, ya hazlo, te lo suplico” Pero él no ...