1. Matrimonio por interés y placer (4)


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Andrea Haiken, Fuente: TodoRelatos

    En su luna de miel habían pasado tres semanas viviendo una apasionada aventura de sexo y diversión alejados de su nueva realidad y cuando ésta se les presentó para recordarles que la diversión había terminado dio comienzo el caos. Desde en qué lugar del garaje estacionar su auto o en qué lado de la cama les correspondía dormir, su lugar en la mesa, los cajones del armario, la forma de apretar el tubo del dentífrico, como colgar las toallas húmedas o donde dejar la ropa sucia, todo, absolutamente todo era motivo de discusión, lo que hacía suponer a Sandra que su matrimonio solo funcionaba en la cama y teniendo sexo ya que a pesar de la agradable sensación de las sábanas de satín sobre su cuerpo desnudo, muchas noches despertaba desconcertada sin saber en dónde y porque estaba desnuda en una cama que no era la suya. Más de una, vez estando sola en casa, lloró de angustia, tristeza y desesperación al sentirse atrapada y “fuera de lugar”
    
    - ¿Qué hago amiga? ¿Me divorcio? ___ Le preguntó a Diana por teléfono
    
    - ¡No seas pendeja! Entiende que tu vida ya cambió, dejaste de ser la niña mimada a quien complacían en todo. Antes, a excepción hecha de la recámara de tus papás, toda la pinche casa era tuya, hacías en ella lo que te venía en gana y tenías a tu mami para “levantar” tu desmadre. Ahora ya no hay mami y las chingas de “la señora de la casa”, te tocan a ti, porque la señora de la casa eres tú… Francamente no entiendo que esperabas del matrimonio, ¿Pensabas que se trataba de coger todo el día? …. ¡Ya madura pinche pecas!
    
    Terminaron la llamada la cual, más que calmarla, la desesperó, tal vez por eso ella comenzó la diaria discusión cuando Luis ponía la mesa, esta vez fue por el lado del plato donde se debería de poner el tenedor y de qué lado el cuchillo. Luis “explotó” diciendo
    
    - ¡Carajo Sandra! … Te estoy ayudando a poner la mesa para cuando bajemos a cenar y te encabronas por una pendejada ¿Qué importa donde pongo el tenedor o si no lo pongo? Estamos tú y yo solos en la casa, nadie más va a cenar con nosotros …. ¡Te juro que no te entiendo mujer! Te encanta bajar desnuda después de coger y a eso no le pones “peros” Pero no puedo poner juntos los cubiertos a un lado del plato porque me la armas de pedo.
    
    Sandra enojada se subió a la recámara donde a los pocos minutos la alcanzó Luis, la encontró sentada a la orilla de la cama y al verlo le dijo
    
    - No nos debimos de haber casado Luis. Tú y yo solo nos entendemos cogiendo… Lo mejor hubiera sido que pasaras todos los días por mí, nos íbamos a coger y después cada quien a su casa
    
    - Lo que debes entender es que adaptarse cuesta trabajo, somos dos personas diferentes, diferentes en nuestra educación, en nuestras costumbres, en nuestra forma de vivir. Por ejemplo; A mí me acostumbraron a levantarme de la mesa y no preocuparme por los platos, a ti te acostumbraron a enjuagar tu plato y meterlo en la lava vajillas, a ti no te importa tener un espacio asignado para ti y tus cosas ya que ...
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