1. Abre las piernas


    Fecha: 23/08/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Naty6666, Fuente: TodoRelatos

    ... ella esté muy de acuerdo. Lo haría pero si ella se entera...
    
    -Puedo revisarte y no decirle. La confidencialidad de mis pacientes va primero que nada más.
    
    -¿De verdad?-preguntó y le iluminársele un poco el rostro-. En ese caso está bien..
    
    -No tengas pena, ¿sí? Soy tu amiga también. Y esto es algo muy natural
    
    -De acuerdo
    
    -Bueno, necesito que bajes tu ropa interior y tu falda, y que te acuestes en la camilla. ¿Puedes hacerlo?
    
    -Sí
    
    Hizo lo que le pedí lentamente, me dio la espalda y pude ver como deslizaba su falda y luego su pantis hacía abajo. Qué cuerpo tan prefecto. Se acostó en la camilla y me esperó
    
    Yo me puse los guantes para que estuviese segura de que había límites entre las dos y que no tenía nada qué temer.
    
    -Abre las piernas- le pedí y ella lo hizo.
    
    Todo parecía normal, toda rosada y con vellos naturales. Puse mis dedos para separar sus labios mayores y poder comprobar qué causaba la picazón.
    
    -¿Te sientes bien?- le pregunté. Podía escuchar su respiración en el silencio de la habitación.
    
    -Sí, me siento bien.
    
    -¿Me puedes decir dónde sueles sentir incomodidad?
    
    -Más arriba, un poco... Sí, ahí. Justo ahí- yo subí mis dedos y donde ella me indicó fue justo en su clítoris
    
    Era la única zona un poco roja en toda su entrepierna.
    
    -Dices que no sueles tocarte...
    
    -No, mi madre me dijo que no debía hacerlo a menos que sea para asearme.
    
    Seguro que no conocía lo que era la masturbación ni de palabra.
    
    -Te voy a poner un poco de vaselina, probablemente te calme. En general, no veo nada preocupante. No hay ningún sarpullido o enrojecimiento severo. me quité el guante de la mano derecha y tomé un poco de vaselina con mi dedo, con la mano izquierda abrí sus labios de nuevo.
    
    La sentí tomar aire cuando la toqué. Suavemente fue untando la vaselina por su clítoris, ella apretó sus muslos
    
    -Tranquila, relajate un poco- le pedí
    
    -Se siente...
    
    -¿Te molesta?
    
    -No, en lo absoluto. Me agrada, ya no siento que me pica..- instintivamente abrió un poco más las piernas. Me sentí tentada a bajar con mis dedos un poco más, pero lo dejé solo al clítoris.
    
    -Creo que ya está- dije sacándola de un trance, en el que por poco comienza a gemir
    
    -¿Ya?- preguntó desilusionada-. ¿Podría ponerme más?
    
    Dudé un momento-. Mmm, bueno. Pero sólo un poco- le dije y volví a tocarla.
    
    Nadia era muy sensible, su clítoris probablemente nunca había recibido atención. Lo que para su edad no me parecía nada normal. Noté que veía lo que yo hacía y se mordía el labio, tenía una mano ligeramente puesta sobre su seno derecho. Yo pasaba mis dedos suavemente en movimientos circulares, cuando lo hice de arriba hacia abajo ella gimió.
    
    -Por favor... No pare-
    
    «¿Dios, qué estaba haciendo?» me pregunté.
    
    Aún así, le hice caso a su petición. Moví mis dedos más rápido, comencé a desplazarlos más abajo cada vez que subía y bajaba.
    
    -Aaaaah, siii. Oohh- gemía con ganas-. Ah ah ah ah-. De repente sus espasmos eran tan fuertes que ...