1. Papa y sus hijas pequeñas 2


    Fecha: 13/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Yyyz, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dolor cada vez mayor se instalaba en mis tripas. Hacia fuerza con el ano para mantener el plug en su sitio y que no saliera disparado cómo me había ordenado papá.
    
    Me agarró fuerte del pelo y me obligó a incorporarme y salir de la cama. Me quedé de pie y las piernas me sujetaban de manera precaria mientras el dolor aumentaba. Mientras, papá colocó a Yoli en el centro de cama, bocarriba y con las piernas totalmente separadas. Durante un rato la estuvo acariciando mientras yo me encogía de dolor. Después la besó en la boca y se levantó acercándose a mi. Me agarró nuevamente del pelo y empezó a mover el plug con energía. Me retorcía de dolor.
    
    —¿Quieres cagar zorra? —me preguntó.
    
    —Sí, por favor, por favor papá…
    
    —Primero te lo tienes que ganar puta zorra, —dijo agarrándome la cara con la mano y mirándome fijamente. Sin soltarme del pelo empezó a abofetearme y después me arrastro hasta el sillón. Se sentó conmigo arrodillada entre las piernas.
    
    —Vas a empezar a chupar muy, muy, muy despacio, y cuándo me corra, solo entonces, te quitare el plug y terminare de limpiarte las tripas. Puedes empezar.
    
    Rápidamente atrapé con los labios la morcillona polla de papá y empecé a masturbarle de una forma desesperantemente lenta. En ocasiones tenía que dejar de hacerlo porque los retortijones eran tremendos y dolorosos. Eso excitaba a papá y conseguí que la polla se le pusiera dura. El tiempo pasaba muy despacio y no lo conseguía hasta que por fin, papá se corrió. Me agarró fuerte del pelo otra vez y sacándola de mi boca se corrió en mi cara.
    
    No me dejó levantarme. Agarrada por el pelo me llevo de rodillas hasta el baño, me sentó en el inodoro y me quitó el plug.
    
    —Todavía no, —me ordenó. Me parecía casi imposible mantener todo en el interior y tenía que hacer verdadero esfuerzo. El dolor era tremendo mientras el me mantenía agarrada y tenía su rostro a escasos centímetros del mío. Finalmente, dio la orden—: ¡Ahora!
    
    Sin exagerar fue cómo un cañonazo. Un enorme placer en embargó y si papá me hubiera tocado ligeramente el chocho me abría corrido cómo una zorra. El olor era tan terrible que incluso sentí náuseas.
    
    —Hay que ver lo que cagas con lo preciosa que eres, —bromeó papá. Me mantuvo sentada en el inodoro durante un buen rato mientras lo soltaba todo. Incluso me masajeaba el vientre para ayudarme. Después, me limpio el culo, me llevó a la ducha y procedió a ducharme meticulosamente.
    
    Ya estaba preparada para lo que quisiera hacer conmigo.
    
    Este relato no es mio, lo encontré por ahí y estaba tan bueno que quise subirlo, para compartirlo aqui. 
«1234»