1. El novio de mi hija


    Fecha: 13/07/2019, Categorías: Anal Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... merecía.
    
    Al llegar, encontré la persiana un poco abierta y me agaché para pasar, después la cerré. Al escuchar el ruido, Jonathan gritó desde la otra punta que la había dejado así por si no me escuchaba con la música. Sonaba una canción muy sensual en un rincón del taller en el que estaba el colchón, únicamente iluminado por velas. Cuando me vio, se quedó totalmente desconcertado.
    
    - Eres las madre de Valentina. ¿Le ha sucedido algo?
    
    - No, mi hija está bien. Pero quería hablar contigo.
    
    - Ya me imagino de qué. Siento lo del otro día, me dijo que no vendría nadie.
    
    - Te gusta follarte a mi hija, ¿no?
    
    - Bárbara, no es solo eso, yo la quiero.
    
    - Me duele reconocerlo como madre, pero tú vales mucho más que ella.
    
    - Es muy buena chica.
    
    - No, no lo es. Y folla fatal. Os vi.
    
    - Yo disfruto mucho con ella.
    
    - Eso es porque nunca te lo han hecho bien. Pero eso va a cambiar.
    
    Le cogí la cabeza y se la llevé directa al escote, entre las dos tetas. El muchacho se intentaba resistir, quería ser fiel a su novia, pero no sabía lo que le esperaba. Le agarré el paquete y noté que se había empalmado, pero seguía empeñado en no ponérmelo fácil.
    
    - ¿Mi hija te come la polla?
    
    - Sí, claro, siempre que tenemos ocasión.
    
    - ¿Lo hace bien?
    
    - Supongo que sí, no sé, a mí me gusta. Pero no le cabe entera.
    
    - ¿Se traga el semen?
    
    - No, dice que le da asco.
    
    - Chico, estás muy verde todavía. Pero yo te voy a enseñar.
    
    Le bajé los pantalones y en un alarde de poderío, me metí su tranca entera en la boca. Casi me asfixio, pero mereció la pena. Su sorpresa inicial dio paso a una cara de placer desbordante. Puse todos mis años de experiencia al servicio de esa mamada, sin perder en ningún momento el contacto visual. Me miraba alucinado mientras me sujetaba la cabeza con las dos manos para acompañar mis movimientos de cuello. Sutilmente se iba aferrando a mi melena castaña, intentando reprimir las ganas de correrse, queriendo disfrutar un poco más del placer que le estaba proporcionado.
    
    Movía las caderas contra mi boca. Mis labios aprisionaban su grueso pene, mi lengua jugaba con su glande, completamente embadurnado con mi saliva. Sus ojos oscuros hicieron contacto con los míos, que lo miraban de forma provocativa, y no pudo aguantar más. Varios potentes chorros de leche inundaron mi boca. La abrí para enseñársela y después me la tragué.
    
    Se dejó caer sobre el colchón con cara de incredulidad. Buscó el móvil en sus pantalones y me dijo que mi hija lo estaba llamando. Le dije que le enviara un mensaje diciendo que el plan se había cancelado, que se inventara cualquier excusa. Si era capaz de mantener la boca cerrada, no tenía ningún problema en que siguieran juntos, así lo tendría a mano.
    
    - Descansa un poco que todavía no hemos terminado.
    
    - ¿Qué más quieres?
    
    - A ver si te crees que he venido aquí a comerte la polla.
    
    - ¿Y a qué has venido?
    
    - A que apagues el fuego interno que me consume desde hace años.
    
    - ...