1. El novio de mi hija


    Fecha: 13/07/2019, Categorías: Anal Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    Necesitaba huir de mi casa. Después de veinte años de matrimonio ya no aguantaba más. Me casé siendo muy joven con un imbécil que me sedujo con promesas de amor y un futuro lleno de comodidades. Un inútil que decía dominar la marcha atrás y me tuve que ver con dos hijos antes de cumplir ls veinticinco. Mis niños siempre fueron mi mayor ilusión, pero se habían convertido en dos adolescentes egoístas que solo pensaban en ellos mismos, como su padre.
    
    Valentina, la mayor, tenía ya dieciocho años y nunca me hacía caso, pero desde que empezó a salir con chicos, muchísimo menos. En aquella época salía con un muchacho que la tenía loca, solo pensaba con la entrepierna, estaba insoportable. Mi hijo pequeño, Toni, tenía quince años. Era más dócil que su hermana, pero tenía la inteligencia de su padre, solo pensaba en fútbol y chicas.
    
    Con ese panaroma, era normal que quisiera huir de allí. Mi idea era esperar a que el pequeño llegara a la mayoría de edad y largarme de allí, por las buenas o por las malas. Ya no soportaba dormir al lado de mi marido y mucho menos que me tocara, aunque a veces no me quedara más remedio. Llevaba tiempo obsesionada con ponerle los cuernos, follarme al primero que mostrara interés en mí, pero al final nunca me atrevía.
    
    Llegué a crearme un perfil en una web de citas, con la intención de ir buscando un plan de escape, una salida a ese infierno. No me supondría ningún remordimiento ser infiel a ese patán, pero me preocupaba ser descubierta, el qué dirán, como se sentirían mis hijos.
    
    En el gimnasio los devoraba a todos con la mirada. A mis cuarenta años, me conservaba muy bien, seguía despertando el interés de los hombres, pero tampoco aspiraba a un cachas veinteañero. Todavía quedaban tres años para poder fugarme, hasta entonces, me conformaba con sentirme deseada. Un día lo tenía clarísimo y al siguiente intentaba quitármelo de la cabeza. Me ponía excusas a mí misma tanto para hacerlo como para no. Me estaba obsesionando con el tema.
    
    Una tarde, creyendo que tenía la casa libre durante horas, Valentina trajo a Jonathan, su novio, a casa. Cuando llegué escuché unos ruidos que provenían de su habitación. Sabía perfectamente lo que era, pero aun así fui hasta allí, abrí la puerta con mucho cuidado y me quedé contemplando el espectáculo. El chaval, mucho más atractivo que mi hija, la tenía abierta de piernas y se la follaba mientras ella gemía como una perra.
    
    Aquel muchacho despertó cosas en mí, era incapaz de dejar de mirarlo, aunque se estuviera empotrando a mi hija. En el momento más inoportuno, sonó mi teléfono móvil. Me quedé paralizada y los dos pararon de golpe. Temiendo que fuera un intruso, Jonathan salió de la habitación corriendo, tal y como su madre lo trajo al mundo. Cuando vi esa pedazo de polla, todo cambió para siempre. Por suerte, mis explicaciones sonaron convincentes y no quedé como una espía.
    
    Desafortunadamente, esa noche no pude librarme de mi marido. Me siguió a la cama e intenté hacerme la ...
«1234»