1. Al hijo de la mucama: ¿Te gusta lo que ves?


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... vez más, en cambio, me conformaba con imaginarme su expresión, siguiéndole con la vista periférica mientras el chico se paseaba frente a mi cama barriendo el piso.
    
    Entonces deslicé furtivamente mi mano entre mis piernas y comencé a tocarme por encima de la lencería que censuraba mi ardiente y maduro coño, cual acariciaba con mis tres dedos medios haciendo círculos lentamente al tiempo que presionaba sutilmente mis labios vaginales que comenzaban a humedecerse con toda la lubricación que emanaba de mi interior.
    
    Era como si pudiese sentir los ojos del chico sobre mi piel, y él no podía separar su mirada de mis dedos hipnóticos masturbándome, hasta que los alejé por un momento para llevarlos a mis espaldas y desabrochar mi sujetador, liberando mis senos ante su atónita mirada.
    
    No pude ocultar una sutil sonrisa coqueta de placer, y aunque quería verlo para observar su expresión, pensaba que sería demasiado directo, y echaría todo a perder. En cambio, bajé mis piernas y las estiré elegantemente, para que pudiese verme el torso desnudo. Así, por fin aquel chico lograba verme mis aclamadas tetas que tan loco le tenían, ahora, sin censura alguna se exponían ante él. Ese par de blancos senos, grandes y redondos en forma de gota, y mis erectos pezones cafés en el medio, sin nada que les escondiera.
    
    Al chico se le escapaba el aliento, temblaba y sudaba. Ya no había nada que pudiese hacer para continuar con su farsa de limpiador. Había barrido mi recamara como cien veces dando vueltas alrededor de mi cama con su pija totalmente parada. Se relamía sus labios intentando humedecer su boca seca por tanto jadeo indiscreto, mirándome cómo me tocaba frente a él, masajeándome los senos de forma erótica y sensual, recorriendo mis manos por todo mi cuerpo hasta regresarlas a mi entre pierna para acariciar mi coño sobre mis bragas de suave tela.
    
    Ahora que el chico tenía la certeza de que el espectáculo era en exclusiva y privado solo para él, me observaba con detenimiento, sin importarle nada más en ese momento que deleitarse con la explicita escena de aquella loca mujer masturbándose frente a sus ojos.
    
    Yo seguía mirando mi celular, ya por pura excusa para que no se tomará nada personal mientras me apartaba mis bragas para que me pudiese admirar mis húmedos labios vaginales sonrojados, depilados e inflamados, al paso de mis dedos masajeando mi clítoris completamente erecto y fuera de su escondite.
    
    Para ese momento ya estaba realmente excitada, me sentía relajada y complacida, ahora me estaba masturbando como si estuviese sola en mi habitación, sin importarme que el hijo de la mucama me estuviese viendo con todo descaro.
    
    -¿Te gusta lo que ves? -Le pregunté finalmente apartando mi móvil, con voz seductora y toda la sensualidad que pude. -Sí. -Me respondía, apenas pudiendo desanudar su garganta. -Demuéstramelo. -Lo retaba, mirándole el bulto de sus pantalones, mientras el chico bajaba una de sus manos y comenzaba a desabotonarse sus ...