1. Los secretos de Jota: Noche intensa de verano(VII)


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Gays Autor: FabianSS, Fuente: TodoRelatos

    ... sí. Ahí era cuando Cristian retiraba la mano de sus pechos para azotarlos con fuerza.
    
    Esa última frase hizo que Leo explotara y un espeso disparo de lefa salió de su glande, recorrió su barriga y yendo a parar a su cuello. Los dos siguientes se perdieron por su cuerpo semidesnudo.
    
    Completamente extasiado por las palabras de aquellos amantes, el calor que emanaba su tienda y que traspasaba toda tela, y el humo del porro de Cristian, habían dejado completamente seco a su compañero que descansando su esfuerzo masturbatorio cerró los ojos y fue perdiendo la viveza de la follada que a su lado continuaba.Su mente viajaba de su parte de la tienda a la parte donde seguían aquellos amantes y el conductor de la locomotora no era otra que la primera absorción parcial de la marihuana que le llegaba a sus pulmones.
    
    Adrian solo se lo pensó un segundo. ¿Se arrepentiría?
    
    Guille sonrió sorprendido por aquella respuesta. Pero no tardó en llevarse las manos al Speedo y bajárselo de un solo tirón. De aquella poca tela salió una polla que no le disgustó nada, era gruesa, casi como la suya, circuncidada y con un par de testiculos pequeños, pero muy apretados. Apenas tenía vello y el que se apreciaba estaba perfectamente recortado. Aquella gruesa polla flácida daba tumbos a medida que las piernas se movían para descender el Speedo y caer a la arena. Guille se percató claramente de a dónde miraba Adrián, pero no dijo nada. Según la prenda toco la arena, Guille se dio la vuelta y empezó a correr hacia el agua.
    
    Mientras Guille corría con aquel cuerpo delgado y fibrado hacia el mar, Adrián se quedó embobado sobre todo con una de sus partes. Su culo. Era una preciosidad. Voluminoso, abultado, trabajado, con dos glúteos bien formados, muy redondos y con una prominente elevación superior y una delicada raja entre ellos cubierta por una muy sutil capa de pelos rubios que solo se apreciaban al fijarte detenidamente. Al moverse, ambos glúteos botaban hipnóticamente descubriendo, al separarse y juntarse, una raja oscura muy excitante que escondía un ano perfectamente cerradito, muy estrecho y depilado con el que Guille disfrutaba enormemente cuando lo penetraban.
    
    Casi cuando empezó a entrar en el agua fue cuando Adrian salió del trance en la que se encontraba, empezó a desnudarse rápidamente sacándose pantalones, camiseta y bóxers y dejando al aire su enorme pollón, bastante más grande, aunque igual de ancho que el de Guille, y su prieto y algo peludo culo, que empezó a mover tras ir corriendo al agua tras su nuevo amigo. Cuando el agua empezó a cubrirle los genitales, Guille apareció de debajo del agua y le lanzó, con un movimiento de brazo acompañado por una divertida risa, una pequeña ola que salpicó su pecho, su cara y sus hombros aún secos.
    
    Para Adrián, que no estaba acostumbrado como Guille, le pareció bastante fría pero se sumergió con los ojos cerrados y el frío y el salitre le bañaron cada centímetro de su lisa piel. Al salir, casi se choca con su ...
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