Lorena: mi novio y mi familia (2) - Relatos Eróticos

Lorena: mi novio y mi familia (2)

... su sabor, el olor de su perfume y la textura de su piel, estaba enloquecido por ella, nunca había amado tanto a una mujer, nunca había sentido tantas cosas por una persona ni deseado tenerla siempre a mi lado.

La tomé de las caderas sin dejar que su seno saliera de mi boca. Comencé a moverme desde abajo, empujando con fuerza para hacerle el amor de una forma más violenta, para obligarla a morder mi cuerpo tratando de esconder los gritos que podrían delatarnos en un segundo.

Me abracé a su cuerpo cuando lo inevitable estaba a apunto de ocurrir, cuando el cosquilleo en mi sexo se convirtió en una sensación tan placentera como irrefrenable, un segundo antes de explotar en su interior y sentir mi semen escurriendo por mi pene.

Ella se bajó de mí y regresó a su asiento, pero sin perder tiempo se metió de nuevo mi sexo en la boca y comenzó a chuparlo, a recorrerlo con su lengua hasta dejarlo completamente limpio, sin un solo rastro de semen.

Estaba complacido con lo que acababa de ocurrir, pero nuevamente la confusión e incertidumbre ante su comportamiento, cimbró mi mundo cuando se levantó y vi en sus ojos un mar de lágrimas humedeciendo sus mejillas. ¿Que demonios estaba pasando?

Ambos nos arreglamos la ropa con prisas, pero a cada segundo que pasaba, su llanto poco a poco se iba haciendo más sonoro.

Cuando al fin estuvimos listos la encaré. La sonrisa se había borrado de mis labios, necesitaba saber qué estaba pasando, necesitaba escuchar una explicación, escuchar que nuestra relación no estaba terminando pues todo me hacía creer que esa sesión de sensualidad y erotismo no era otra cosa que una despedida. Necesitaba saber su respuesta a la pregunta que quedó flotando en el aire.

- ¿Y bien? - pregunté, mirándola a los ojos. Ella se levantó un poco pero pronto desvió la mirada, bajando nuevamente la cabeza.

- Obviamente quiero casarme contigo, pero tal vez no soy la mujer adecuada para ti.

- ¿De qué…?

- Escucha, hay una razón por la que no conoces aún a mi familia, hay un secreto que te he estado guardado, acerca de lo que pasa entre mis hermanos, mi madre y yo, no es algo normal y de hecho no es algo que nunca le hayamos dicho a nadie fuera de la familia, pero debes saberlo antes de que demos el siguiente paso. Espero que no me juzgues demasiado fuerte, espero que después de lo que te voy a decir aún quieras casarte conmigo y que puedas perdonarme porque sé que no debí iniciar una relación contigo sin que lo supieras; pero quiero que sepas que sin importar cuál sea tu decisión final, estoy convencida de que eres el hombre de mi vida, de que te amo y que no quisiera separarme de ti nunca, que tengo el deseo ferviente de hacer una vida contigo, tener a tus hijos y verlos crecer a tu lado.

La miré por un instante, sin comprender qué podía estarme ocultando que creyera que era tan grave como para que pudiera arrepentirme de casarme con ella, y botar a la basura tan hermosa relación.

Toda mi atención estaba puesta en ...