1. Las noches de Green City - Capítulo 1


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Hetero Autor: Bardric, Fuente: TodoRelatos

    ... pajearla.
    
    Aunque estábamos en medio del baño, con nuestros cuerpos tan pegados y la baja iluminación, apenas se podía ver bien que estábamos haciendo. Aun así, la cogí de la muñeca y la arrastré hacia uno de los cubículos.
    
    Ya eran casi las tres de la mañana e íbamos los dos bastante perjudicados. Yo seguía buscando con la mirada a aquella mujer, pero no había aparecido por ningún lado. Se me hizo obvio que esa noche ya no la vería, por lo que le dije a mi amigo de irnos ya. Aunque tenía tan mala opinión del barrio y el bar, me puso pegas para irnos, pero al poco tiempo conseguí convencerlo y nos fuimos a por el coche.
    
    Aunque en el parking había un grupo de gente con música alta, bebiendo y drogándose, no tuvimos ningún problema y salimos de allí tranquilamente. Bobby me dejó en mi calle, donde me había recogido. En las escaleras de acceso al edificio seguían estando algunos camellos de guardia, Green City no dormía y ninguna hora era demasiado tarde para comprar lo que quisieras.
    
    En mi piso, comprobé que Baxter se encontraba ya acostado en su cojín que le hacía de cama. Cerré las persianas metálicas del gran ventanal y me desnudé por completo. Los recuerdos de la noche anterior me tenían caliente y apenas me bastaron unos pequeños toques para que se me pusiera dura por completo.
    
    Empecé a subir y bajar a lo largo de mi erecta polla pensando en ella. Pajeándome con el recuerdo de la noche anterior.
    
    Bajándome el pantalón y los calzoncillos, me senté sobre la tapa del retrete. Ella se inclinó hacia delante sin doblar las rodillas para meterse la cabeza de mi polla en la boca. Mientras su lengua giraba alrededor de mi glande, yo le subí la falda dejando a la vista esas nalgas separadas por la fina tela negra de su tanga. Enganché el tanga con un dedo y tire hacia mí, haciendo que se le incrustase en su coño.
    
    Aumentó el ritmo de la mamada, tragándose casi sin esfuerzo mis diecisiete centímetros de polla y llegando con su nariz hasta chocar con los pocos y recortados pelos que tenía en la entrepierna. Me la chupaba con mucha intensidad, como si quisiera que me corriera en su boca y cuando estaba a punto, paró.
    
    Se alzó y me buscó con sus labios. Su lengua inundó mi boca dejándome un sabor raro, la mezcla entre su saliva y el sabor de mi pene. Nos seguimos besando mientras se sentaba a horcajadas sobre mí. Llevó una mano atrás para orientar mi polla hacia su interior y se dejó caer, metiéndosela entera de una sentada.
    
    Comenzó a saltar encima de mí, desde el principio lo hacía con mucha velocidad y fuerza. Casi parecía que estaba poseída. Gemía y aullaba cuando no estaba comiéndome la boca o el cuello. Yo intentaba no correrme por todos los medios, pero era una tarea imposible con tal demonio sexual botando sobre mí.
    
    - Estoy a punto de correrme. - le avisé entre gemidos.
    
    - Shhh. Un poco más. Un poco más.
    
    Se desanudó el vestido, haciendo que las dos tiras cayeran y quedarán ante mí sus dos preciosas tetas. Se echó hacia ...