1. Las noches de Green City - Capítulo 1


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Hetero Autor: Bardric, Fuente: TodoRelatos

    ... profundo cuanto más recordaba.
    
    Con el alcohol en mis venas y aquella preciosa mujer danzando a mi alrededor, se me olvidaron todas las preocupaciones. La manera en que sonreía, mostrando esa dentadura perfecta. La manera en que su cuerpo seguía el ritmo de la música, chocando y rozándose contra el mío. La manera en la que se apoyó contra mí, dejándome sentir la firmeza de esas tetas en mi pecho, cuando empezó a sonar la canción de “I wanna be yours” de “Arctic Monkeys” para decirme al oído que le encantaba esa canción.
    
    Seguimos bailando, dejándonos llevar por la música. Cada vez estábamos más juntos, siempre había alguna parte de nuestros cuerpos haciendo contacto entre sí. La mayoría de las veces era su culo con mi entrepierna. Los momentos en que me cantaba al oído los versos de la canción, me subía un escalofrío por la columna. Una de esas veces, al retirar la cara de mi oreja, se quedó muy cerca de mí, tanto que nuestros labios casi se tocaron. Sin importarme ya nada, la besé.
    
    Ella no se echó hacia atrás, ni se quedó quieta. Me correspondió el beso con tanta energía y pasión como yo le ponía.
    
    Una de las veces en las que bajé a pedir, fui al baño. Habia uno en cada planta y ambos eran unisex. La pared izquierda del baño estaba ocupada con un gran espejo ubicado encima de una fila de lavamanos, en la pared derecha había una media docena de cubículos con su respectivo retrete. También estaba iluminado con luces de neón, como el resto del bar.
    
    Al entrar vi a una pareja besándose, ella sentada encima de la barra que formaban los lavamanos. Eso, por supuesto, me trajo más recuerdos.
    
    Nada más entrar al baño me empujó contra la pared. Aprisionado entre el hormigón y sus tetas, aproveché la libertad de mis manos para tocar su culo, metiendo una de ellas por debajo de la falda, por el lado más corto.
    
    Nunca me habían besado con tanta pasión, con tanto énfasis, con tanta hambre. Alguna vez llegaba a darme ligeros mordiscos en labios y lengua. Su cuerpo se restregaba sobre el mío. Mi pene erecto se rozaba contra su entrepierna, aún con la ropa de por medio.
    
    En un momento que nuestras bocas se separaron, bajé a su cuello para darle un amplio lametón, casi desde la clavícula hasta la oreja. Después, fui dando besos y mordiscos por su largo cuello blanco.
    
    - Sí. Muérdeme. Más fuerte. Desfógate conmigo esta noche.
    
    Cogiéndola desde la cintura, giré para ponerla ahora contra la pared. Mordí su cuello, esta vez más fuerte, hasta casi hacerle sangre. Ella gimió en voz alta como única respuesta. Metí la mano entre sus piernas, subiendo por la parte interna del muslo hasta llegar a la poca tela que protegía su coño de mis avances. La tela estaba empapada.
    
    Volví a besarla para acallar sus gemidos mientras apartaba el tanga con la mano para tocar su coño directamente. Estaba caliente y empapado y no me costó ningún esfuerzo colar dos dedos dentro. Ella no se quedó atrás, y me abrió la bragueta del vaquero sacando mi polla y empezando a ...
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